Puertas abiertas en el Monasterio de Sixena. Después de casi tres años de reformas en el espacio, Aragón ha reabierto este miércoles el templo exhibiendo un tercio del centenar de obras aún en litigio procedentes del Museo de Lleida -que fueron confiscadas por la Guardia Civil la madrugada del 11 de diciembre de 2017 en el marco del artículo 155– y del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).

En concreto, las piezas se exponen desde hoy mismo en la zona de los dormitorios de las instalaciones de Vilanova de Sixena. Son un total de 28, 19 de las cuales provienen de Lleida y 9 más del MNAC. Entre estas se encuentran las tres cajas sepulcrales del siglo XIV y cuatro fragmentos del retablo de Santa Ana, del escultor francés Gabriel Joly, unos relieves de alabastro que sobrevivieron al incendio que quemó el monasterio en 1936. El resto están depositadas en el almacén ubicado en un extremo de la misma nave y no se pueden visitar.

La reapertura del monasterio ha tardado casi tres años, ya que cerró en julio de 2022 para realizar unos trabajos que se preveía que terminarían el año siguiente. Durante este tiempo, cabe recordar que varios expertos habían cuestionado el estado de conservación de los bienes por las condiciones de temperatura y humedad en el interior del monumento.

Un acto de «justicia y no de política», según Aragón

En unas declaraciones recogidas por la ACN, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha asegurado que es un día «histórico y especial» por la exposición de las obras «espolidadas» de Sixena y se ha mostrado confiado en que el Tribunal Supremo ratifique pronto las dos sentencias de los tribunales aragoneses a favor del retorno de las pinturas murales que había en la Sala Capitular y que ahora se encuentran en el MNAC. «El esplendor de Sixena no será total hasta que los frescos de la conocida como la Capilla Sixtina del Románico no regresen al lugar de donde fueron arrancadas y espoliadas», ha afirmado, considerando que se trata de un «acto de justicia y no de política».

Por su parte, el alcalde de Vilanova de Sixena, José Jaime Castellón, considera que esta exposición brinda la oportunidad de «construir una reconciliación con nuestros hermanos catalanes, porque no se entendería la historia de Aragón y Cataluña sin pasar por el monasterio de Sixena». A pesar de las tensiones, Castellón confía en que la muestra «abra una puerta a la fraternidad y que todos juntos, aragoneses y catalanes, conozcamos los fundamentos de nuestra sociedad, todo lo que nos une y nuestras raíces».

Algunas de las obras de Sixena confiscadas en Cataluña / Roger Segura (ACN)
Algunas de las obras de Sixena confiscadas en Cataluña / Roger Segura (ACN)

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