TV3 ha celebrado los 10 años del estreno de Merlí con un reencuentro entre tres de sus protagonistas: Francesc Orella (Merlí), Elisabet Casanovas (Tània) y David Solans (Bruno). Se han vuelto a ver en una de las aulas del instituto donde la grabaron, desde donde han reflexionado sobre el éxito que tuvo la ficción que puso la filosofía sobre la mesa. Los hemos podido ver jugar con algunas de las escenas y diálogos más divertidos, de la misma manera que también han visionado fragmentos de algunos de los capítulos más célebres y han tenido que demostrar qué aprendieron en las clases. Se han puesto a prueba interesándose sobre algunas de las citas más icónicas con el juego de quién dijo qué. Y no solo eso, sino que Elisabet ha tenido que mojarse y decir qué filósofo había dicho qué.
La serie tuvo un éxito descomunal, también fuera de nuestras fronteras. América Latina, India… y muchísimos más lugares que también vibraron con este grupo de adolescentes y los comentarios ácidos de su profesor. El mundo ha cambiado mucho desde que grabaron aquella primera temporada, la que Francesc cree que no se grabaría de la misma manera ahora: «Creo que no se harían escenas así de picantes, ¿ahora sería políticamente correcto para la cadena pública hacer este tipo de escenas?«.

¿Qué han aprendido de Merlí después de una década?
Ahora, visto con perspectiva, creen que una de las características de la serie es que lograron dar mucha fuerza a los personajes femeninos: «Los personajes tenían cierta complejidad y eso no es fácil de encontrar en una serie de televisión. Creo, además, que es muy chulo haber podido ensayar tanto y encontrarnos tanto en nuestros personajes», dijo Elisabet.
Además, destacan que no es fácil lo que lograron los guionistas: «Esta serie ha sido terapéutica, ha logrado que la filosofía esté en una dimensión popular y extrapolarla a un lugar tan cotidiano como son los problemas del día a día de la gente«, coinciden los actores. Y, sobre todo, creen que es bueno que supieran verbalizar cuestiones sobre las cuales no hablaban los adolescentes y sus padres.
¿Qué reflexiones recuerda hacer David en aquella época? Gracias a su personaje, se dio cuenta de que a veces nos ponemos en el lugar del agresor «con la falsa ilusión de que así no nos podrán hacer daño». Que la serie hablara tan abiertamente de la homosexualidad es de agradecer y de aplaudir, además: «Hay que luchar por el amor entre los hombres, en todas sus formas, y la capacidad de expresar el amor que tenemos dentro«, afirma.

Un reencuentro que ha hecho gracia y que da ganas de recuperar una ficción que hizo tocar el cielo a la cadena pública catalana.