Ricard Ustrell ha vivido una situación surrealista y rocambolesca en el aeropuerto de Madrid. El presentador de
Se encontraban en la capital española porque se habían trasladado para hacer una entrevista a Alberto Núñez Feijóo y aprovecharon para comprar unos billetes que les permitieran ir a cubrir qué está pasando en Israel: «A quince minutos de cerrar el vuelo, nos confirmaron los billetes. Tuvimos que correr porque la terminal es muy grande. Allí en la radio de Madrid nos dejaron material, porque no llevábamos nada, y al pasar el control de seguridad, cogí todos los ordenadores y el resto de material. Justo antes de coger el tren lanzadera, nos dimos cuenta de que teníamos un ordenador de más. ¡Habíamos cogido uno que no era nuestro!».
«El dilema es que no había nadie de seguridad y que si volvíamos atrás para dejar el ordenador, perderíamos el vuelo porque no llegaríamos a tiempo. No podríamos pasar el control de pasaportes con un ordenador que no era nuestro y tampoco podíamos explicar qué había pasado a nadie porque nos haría preguntas y nos retrasaría. Finalmente, optamos por dejar el ordenador en un asiento que había. O perdíamos el avión o no teníamos otra opción«, ha explicado.

"Arriben uns policies, pregunten per nosaltres i quedem detinguts." @RicardUstrell, detingut a Madrid després d'entrevistar Alberto Núñez Feijóo #MatíCatRàdiohttps://t.co/O1mlqGdXGq
— Catalunya Ràdio (@CatalunyaRadio) October 10, 2023
Ricard Ustrell y su productora están pendientes de una investigación por el robo de un portátil
Pasaron el control y se llegaron a sentar en el avión. Dentro pasó otro problema, por eso. De repente, un agente del Mossad echó del avión a dos personas que tenían detrás y que estaban haciendo cosas extrañas: «Poco después, nos anuncian desde megafonía que todos tendríamos que abandonar el avión porque querían examinar todos los equipajes después de echar a aquellos dos pasajeros, que podríamos volver a subir cuando comprobaran que todo estaba bien. Nos echaron y estábamos todos al
Los empezaron a registrar todas las bolsas y, entonces, Ricard Ustrell les explicó qué había pasado con el ordenador que habían dejado en una silla: «Lo miraron a través de las cámaras de seguridad y vieron que decíamos la verdad. Ahora bien, tenían que continuar con la investigación porque el hombre que había perdido el ordenador había denunciado que no lo encontraba. El portátil ya no estaba donde lo habíamos dejado… Algún otro lo había cogido. Nos empezaron a investigar y estamos esperando a ver si encuentran el ordenador».
Después de interrogarlos en una zona alejada del resto de pasajeros, les dejaron marchar. Ahora bien, no pudieron coger el vuelo porque, por otros motivos, la compañía aérea decidió cancelarlo. Uno de los compañeros de vuelo les explicaron que había tomado esta decisión porque les habían informado que la situación a Israel «no era buena» y los recomendaban no volar hacia allí. Ahora habrá que ver si los acaban sancionando para actuar de la manera en la que lo hicieron.