Natalia Sánchez se estrena en el teatro en catalán: «Cierro un círculo»

Natalia Sánchez se ha convertido en un referente entre las famosas madrileñas que viven en Barcelona. La actriz de Los Serrano vive allí desde que empezara una relación con Marc Clotet, padre de sus dos hijos. Ella quiso adaptarse y empezó a estudiar catalán hasta obtener un buen nivel que le permitiera trabajar en obras en este idioma. Actualmente lo habla como una más y, de hecho, son muchos los fans que aplauden la dicción que tiene. Ella está orgullosa de ello y ha concedido un par de entrevistas en las que deja claro que cree que es un acierto estudiar otras lenguas y, más concretamente, el catalán.

Este jueves ha acudido al Tot es mou de TV3 para promocionar Fitzroy, la obra de teatro que protagoniza con tres actrices de renombre y que le sirve para debutar en el Teatro Borràs. Aquí ha vuelto a hablar catalán sin problemas, lo que el Helena Garcia Melero ha querido alabar: «Natalia es madrileña, pero hace una obra en un catalán perfecto. Si alguien no supiera que eres madrileña, ¡nadie lo diría!». La intérprete, con timidez, le agradecía el cumplido: «Un productor pidió mi teléfono a mi cuñada, Aina Clotet, y me propuso el verano pasado hacer una obra en catalán. Recuerdo que estaba en Cadaqués cuando me envió el texto y me dijo que me querían hacer una prueba. Querían estar seguros que esto del catalán era verdad y que el nivel interpretativo fuera bueno. Hice la prueba, me cogieron y ya está».

Natalia Sánchez, protagonista de su primera obra de teatro en catalán

Esta obra tiene como sinopsis la historia de cuatro mujeres alpinistas que se debaten entre subir una de las paredes de escalada más difíciles que hay en todo el mundo. Era la primera vez que un grupo de mujeres lo podía hacer, esperando que los dieran permiso. Natalia reconoce que siempre le da cosa verse a sí misma, pero que le encanta poder haberse estrenado en el teatro en catalán: «Hace cosita, pero estoy muy contenta. El primer día antes de que se levantara el talón me dije a mí misma que estaba allí para cerrar un círculo, el de poder hacer teatro en catalán que para mí son dos combinaciones mágicas. Espero haber abierto una puerta enorme. No he hecho un trabajo de dicción, pero desde el minuto 1 les dije que me avisaran si decía algo mal. También es cierto que tengo ayuda porque si tengo dudas se las pregunto a Marc. Hay veces que hay algunas vocales que no abro del todo, pero ya está».

En esta obra, insiste en que el público se convierte en un elemento importantísimo porque marca quñe hacen o dejan de hacer las cuatro actrices: «El primer día con público fue clave porque había puntos del texto que creíamos que no funcionarían y sí, nos quedamos las cuatro mirándonos boquiabiertas al ver que la respuesta era muy buena. Nos lo pasamos muy bien y el público también, ya que esta obra es un viaje en el que juegan contigo como espectadora y te tocan el corazón».

Para practicar esta obra, como curiosidad, ha explicado que Sílvia Bel las llevó a Montserrat para que practicaran escalada de verdad y poder entrar mejor en el papel: «Ella es una buenísima actriz y, además, escala genial y es muy exigente. Nos explicó a hacer nudos y es un gusto tenerla allí. Hemos estado allá trabajando para que puedan venir escaladoras y escaladores a ver la obra y vean que entendemos un poquito y que cuele«.

La obra estará en el Teatro Borràs de Barcelona hasta el 23 de abril y en otoño iniciarán una gira por Cataluña. Natalia está contenta porque la venta de entradas está yendo muy bien, pero ya ha advertido que quedan pocas.