El periodista Miquel Macià ha llevado a cabo una reconstrucción histórica de la prensa de Osona en el libro Vida i mort dels mitjans de comunicació de Vic (1939- 2025) (Saldonar), ochenta y cinco años que no podían quedar en el olvido. En 622 páginas recoge el testimonio directo de un centenar de personas, un índice onomástico con 1.400 nombres, una cronología de 720 entradas, 570 notas al pie y 200 fotografías con una descripción detallada de cada momento de la historia, y también del día más negro: cuando en 1998 el grupo Prensa Ibérica, fundado por Javier Moll, despidió por sorpresa a toda la redacción de La Revista d’Osona a las puertas de Navidad. El mismo autor, expropietario del grupo Nació, explica en la introducción por qué ha escrito este libro: “Porque la ciudad de Vic, por su papel de vanguardia en la prensa en catalán, se lo merecía”. En conversación con El Món, Macià manifiesta que los medios de comunicación de Osona han tenido un papel “absolutamente” relevante en la difusión de la lengua. “Incluso, l’Ausona ya publicaba cosas en catalán cuando todavía era del Movimiento Nacional”, destaca el periodista, y añade que, “y después, desde la democracia, todos los medios de Vic han funcionado siempre en catalán, siempre, incluso ahora”.

En medio de este ecosistema de medios en catalán apareció el periodista Luis del Olmo y su programa Protagonistas, que se emitió en Ràdio Vic tras un acuerdo entre Planeta, entonces propietaria de la emisora, y Onda Rambla para ceder en alquiler la gestión de la frecuencia. La entrada de este programa en castellano en las ondas osonenses “chirriaba del todo”, dice Miquel Macià, y recuerda que Ràdio Vic comenzó a catalanizarse “aún en vida de Franco”. Así mismo, remarca que fue “totalmente en catalán” desde 1976. “La aparición de un programa estrella en castellano, y algún otro añadido más que había en esta misma conexión, sorprendió mucho y generó un gran conflicto”. El retorno del castellano a Ràdio Vic veinticinco años después —en enero de 2001— provocó una reacción de rechazo que se articuló a través de la Plataforma Ràdio Vic en Català.

“A partir de ese momento se recogieron firmas y se extendió la protesta a la prensa de Barcelona con actos frente a la sede de Onda Rambla”, detalla el autor en el libro y el momento culminante de aquella presión ciudadana llegó el 30 de junio de 2001 con una manifestación que reunió a unas 2.000 personas en el centro de la capital de Osona en defensa de la lengua catalana. Finalmente, el 28 de noviembre de 2001, poco antes de cumplir un año de emisiones en castellano, Del Olmo tiraba la toalla y Ràdio Vic iniciaba el camino hacia la situación anterior. “Duró todo el año 2001 este pulso, y, al final, Luis del Olmo se echó atrás”, apunta el periodista, que también expone que “la radio había quedado a cero ingresos de publicidad”. El movimiento resultó un éxito”, concluye.

Manifestación en defensa del catalán en Ràdio Vic / Miquel Macià

El inicio, el día más negro de una historia de 86 años y el final

El libro arranca con el sello de la censura de la autoridad militar en 1939 en el Ideal Vicense. “Fue el primer periódico que salió después de la ocupación de la ciudad”, argumenta Macià, y señala que tuvo una vida corta porque “solo sacó tres números”. “Al cabo de un año, en 1940, salió Informaciones Vich, que sacó dos, y en 1942 salió l’Ausona, que duró 56 años». En este sentido, el autor del libro equipara la mortalidad de los dos primeros periódicos en los primeros años y, en cambio, la aparición y consolidación de l’Ausona, que “formaba parte de la pugna entre carlistas y falangistas”. La conclusión de esta situación, según el periodista, es que el “falangismo no arraigaba en Vic y, en cambio, el carlismo arrastraba una historia de más de cien años y que, por tanto, pudieron crear un medio muy a su órbita”. L’Ausona pasó por diversas etapas hasta reconvertirse en La Revista Osona, que Prensa Ibérica liquidó cuando, siete años después de adquirirla -y un año después de cambiarle el nombre-, despidió a toda la plantilla. Fue el 21 de diciembre de 1998, cuatro días antes de Navidad.

Miquel, como explica en el libro, admite que es el día más negro de los medios de comunicación de Vic. “Prensa Ibérica despidió por sorpresa, en vísperas de Navidad, a toda la redacción y el departamento comercial de La Revista d’Osona”, subraya, y dice que “fue un hecho muy oscuro” porque el administrador de entonces Pere Pujadó esperó a que la redacción tuviera listo el número de diciembre y dos especiales, y ya estaba todo impreso, para hacer los despidos: “Cuando la gente esperaba que viniera la empresa desde Barcelona a felicitarles, resulta que traían las cartas de despido dos días antes de Navidad”.

“Es el país que tenemos. Es lo que hay”, dice cuando se le pregunta por la Creu de Sant Jordi que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, otorgó al presidente de Prensa Ibérica, Javier Moll. La cronología del libro, que repasa la trayectoria de medios como El 9 Nou, La Marxa, Canal Taronja, Diari de Vic, El 9 FM, el 9 TV, Osona comarca, Osona.com, Ràdio Vic, El Vigatà, TVO y otros, termina este mismo 2025, en plena era digital. Aun así, Miquel Macià dice que “en estos momentos la prensa digital en Vic no se puede decir que viva un gran momento” porque queda Osona.com, que es la edición local de Nació Digital, y también la edición digital de El 9 Nou. Con todo, expone que El 9 Nou “siempre ha dado prioridad a la edición en papel”.

El libro ‘Vida i mort dels mitjans de comunicació de Vic (1939-2025)’ de Miquel Macià / JMB

¿Tienen futuro los medios de comunicación locales?

Por otro lado, el futuro de los medios de comunicación locales es un tema de debate en el último capítulo del libro, donde Macià trata esta cuestión con una setentena de periodistas. Sin embargo, el periodista opina que “lo que pasa cerca siempre debe interesar”, pero no se atreve a ir más allá y no tiene claro “a través de qué canal accederemos” a la información local. Con todo, deja claro que la función de estos medios es “imprescindible” porque, a pesar de vivir en un mundo globalizado, “la proximidad afecta mucho”. “Afecta en cuestiones relativas a servicios, a administración, a comunicaciones, a atención sanitaria, a incidencias sociales, y también a la información de cultura, de fiestas». “De todo eso que hace comunidad», concluye.

Comparte

Icona de pantalla completa