Las apariencias engañan: es un tópico y, como la mayoría de tópicos, es cierto. Se ha demostrado en el Joc de cartes de esta semana, porque prometía ser una carnicería –por los fragmentos que se habían visto en la promoción– y ha acabado siendo el más emotivo de los episodios del concurso gastronómico de TV3. Y otra apariencia que se ha demostrado falsa es la idea que en los restaurantes de zonas muy turísticas se come mal: en el programa de este miércoles han salido dos y han resultado establecimientos con platos excelentes. Sea como fuere, los restauradores participantes de los tres locales han acabado todos amiguísimos. De hecho, teniendo en cuenta que el programa de este miércoles estaba en Barcelona, deberíamos decir que han acabado amigos para siempre.

La comida de 'Juego de cartas' al Glaciar, ganador del programa sobre restaurantes centenarios de Barcelona / TV3
La comida de ‘Joc de cartes’ al Glaciar, ganador del programa sobre restaurantes centenarios de Barcelona / TV3

El tema eran los restaurantes centenarios de la ciudad. Y se han generado lazos afectivos. Especialmente, los ganadores con los perdedores, los que han quedado primeros con los que han quedado terceros y con muy mala nota. La historia de amor se ha extendido al público y se ha generado una oleada de solidaridad con los dos responsables de Can Miserias (del barrio de Sant Antoni), Oriol Vallet, el propietario –haciendo de cocinero accidental y accidentado–, y Àlex Comellas, el camarero. A pesar de haberse llevado una nota que el presentador, Marc Ribas, ha definido como «una de las peores o quizás la peor de la historia de Joc de cartes» (los rivales le han puesto un 3,1), el establecimiento ha recibido una avalancha de visitas en Google al final del programa. Y, a pesar de que dice que está «cerrado temporalmente» –no específica si es por vacaciones o por otro motivo–, los espectadores han dejado muchos mensajes positivos y han asegurado que esperan que vuelvan a abrir para ir. Como por ejemplo: «Deseando que abran de nuevo, son muy buena gente! Ánimos que la gente tenemos ganas de ir!».

La ganadora, del Galciar, se ofrece a los perdedores, Can Miserias, para ayudarlos

Minutos antes, al final de la fase de la confrontación –cuando los participantes se encuentran frente a frente para saber qué notas se han puesto unos a otros–, Sílvia Quirosa había protagonizado el momento más emotivo. La gerente del Glaciar (en la plaza Real) –que ha resultado el ganador– se ha ofrecido para ayudar a los responsables de Can Miserias a reconducir el negocio. En aquel momento, se le ha roto la voz y se le han llenado los ojos de làgrimas. Oriol Vallet le ha agradecido el ofrecimiento: «Muchas gracias, y te cojo la palabra». El propietario de Can Miserias acababa de explicar que pasan por un mal momento económico y que, de hecho, necesitarían un cocinero profesional. «Yo no soy cocinero, hago de cocinero desde hace cuatro meses», ha admitido. Oriol había calificado de «demasiado crueles» las notas que le han puesto y las críticas que le han hecho –se ha llegado a sentir que lo que sirve es «incomible»– , pero después ha explicado la situación en que se encuentran, ha reconocido errores y el ambiente ha cambiado radicalmente.

De hecho, y a pesar de las ganas de concursar y ganar que todos tenían, desde el primer momento Sílvia había dicho que «Oriol y Àlex son entrañables, muy buenas personas». A pesar de señalar sus carencias profesionales, tanto el equipo del Glaciar, –Sílvia y el camarero Xavi Ballester– como los restauradores de la fonda La Palmera –los socios Albert Fité, responsable de la sala, y Marc Bros, el cocinero– han coincidido en valorar la calidad humana de los responsables de Can Miserias.

Buenas puntuaciones entre los dos restaurantes mejor posicionados

También ha habido buen ambiente y buenas puntuaciones mutuas entre el Glaciar y La Palmera –un restaurante situado junto a la Boqueria–, aunque los dos se sabían rivales de nivel. «Yo volvería como clienta», ha dicho Sílvia después de la comida en La Palmera. «Hemos comido sorprendentemente bien, para ser zona turística la comida está muy buena», decían los de La Palmera después de haber probado los platos del Glaciar… sin tener en cuenta que ellos también están en un punto muy turístico.

La comida de 'Juego de cartas' en La Palmera, que ha quedado en segundo lugar en el programa sobre restaurantes centenarios de Barcelona / TV3
La comida de ‘Joc de cartes’ en La Palmera, que ha quedado en segundo lugar / TV3

Esto no quiere decir que en algún momento no haya habido críticas. Por ejemplo, a Oriol Vallet no le ha gustado la presentación de los postres que le han servido en La Palmera, pan con aceite y chocolate, porque ha considerado que parecía «una mierdecilla de perrito» por la forma y el color. «De sabor es bueno, pero psicológicamente me cuesta», se ha excusado riendo. Sílvia ha encontrado que el steek tartar que le han puesto en Can Miserias «no tenía nombre». Y Marc de La Palmera ha asegurado que el pulpo que ha comido en el Glaciar estaba «durillo». «Nosotros el pulpo es un pescado que no queremos tener, está muy prostituido y cada día hay menos en el mar», ha argumentado.

Las puntuaciones de unos y otros y el marcador final

Al final, en las puntuaciones que ponen los concursantes, Can Miserias ha sacado un 3,1; La Palmera, un 7,8 y el Glaciar un 8,5. Las notas de Marc Ribas, que no los trata como rivales, no han desentonado: Can Miserias se ha llevado un 5,4 del presentador del programa; el Glaciar, un 8,8 y La Palmera, un 8,6: por lo tanto, un empate técnico entre estos dos. La media ha quedado en un 3,9 para Can Miserias, un 8,1 para La Palmera y un 8,6 para el Glaciar. Un Joc de cartes, pues, con muchos ingredientes y mucha salsa.

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