En Com si fos ahir hay un buen historial de infidelidades y rupturas. Los protagonistas de la serie de TV3 han sufrido más de un desliz incluso cuando sus relaciones actuales estaban en su mejor momento. La novena temporada del Comsi ha puesto contra las cuerdas a una de las parejas que más ha sufrido en los últimos meses. Sílvia (Montse Germán) y Francesc (Eduard Buch) viven su relación como si fuera una montaña rusa.
La primera infiel fue Sílvia, que decidió entrar en un juego picante con un usuario de una aplicación de compraventa de objetos vintage. ¿Lo más curioso de todo? La persona con la que intercambiaba mensajes era Miqui (Adrià Collado), el hermano de Neus (Mercè Martínez) y cuñado de su novio. Un buen lío familiar que los estuvo persiguiendo hasta bien entrada la recta final de la temporada. Era evidente que el secreto tenía que estallar, pero para sorpresa de los espectadores, lograron cerrar la trama enviando a Miqui a Australia para ganarse el perdón de su esposa. Sílvia y Francesc lograron arreglar la relación con una promesa de no mentirse nunca más, pero esta promesa se ha roto en solo dos meses de temporada.
La actitud de Francesc despierta los celos de Sílvia
Uno de los fichajes de esta novena temporada del Comsi ha decidido interponerse en una relación consolidada. Ona (Carmela Poch) es la profesora de tenis de Ruth (Carlota Keiko), la sobrina de Francesc, pero el vínculo con el hombre es anterior. Habían sido pareja hace 25 años e incluso estuvieron a punto de casarse, pero Ona lo dejó plantado en el altar para centrarse en su carrera profesional.
La presencia de Ona en la ficción catalana ha despertado los fantasmas del pasado y Francesc ha cometido la falta más grave posible: traicionar la confianza de Sílvia y enrollarse con ella. Lo que podría haber sido un beso fugaz por culpa de los recuerdos se ha convertido en encuentros constantes para irse a la cama a escondidas de Sílvia, que vive una de las peores temporadas de su historia. Desde el primer episodio los guionistas incorporaron un giro de guion en cuanto a su salud: dolores de cabeza, mareos, angustia, ansiedad, dolor de estómago… Todo un conjunto de síntomas que su ginecólogo tradujo como consecuencias de la menopausia. Si a esto sumamos que lleva unos cuernos enormes en la cabeza por culpa de la infidelidad de Francesc, que por ahora desconoce, se puede confirmar que Sílvia pasa por una etapa poco favorable.

Escapadas secretas y una primera confesión
Es evidente que el gran culpable es Francesc, aunque Ona era consciente de que tenía pareja y no ha dejado de insistir y tentarlo a toda hora. Lo que fue un beso esporádico ahora se ha convertido en una serie de mentiras para poder quedar en casa de Ona y enrollarse con ella, al mismo tiempo que sigue cuidando de Sílvia, que cada vez se encuentra peor. Ona ha intentado alguna vez que elija entre ella y Sílvia, pero el hombre es incapaz de decidir, ¿será porque quiere tenerlo todo? ¿Una aventura secreta y la estabilidad de la convivencia con Sílvia?

En el capítulo del martes 11 de noviembre, Francesc ha decidido sincerarse parcialmente con Toni (David Vert). Igual que él le confesó que había agredido con un gato de coche al chico que había apuñalado a Toni pequeño (Oriol Cervera), ahora ha sido Francesc quien ha buscado el consuelo de su amigo, que le ha reprochado la traición. Francesc tiene que decidir qué quiere hacer, pero en algún momento este secreto estallará, y parece que será pronto.

Un encuentro muy incómodo
Hace días que Sílvia sufre por el cambio de actitud de Francesc e incluso ha pensado que los días que llegaba a casa tarde era porque se estaba viendo con Ona. Pobre mujer, cuando sepa la verdad de todo ¿qué hará? Para acabar de caldear la situación, Sílvia ha tenido que vivir la merienda más incómoda de su vida. Ona se ha presentado en casa con Ruth, que no se encontraba nada bien y como no podía contactar con Neus, han ido a buscar a su tío. Francesc no estaba en casa y Sílvia ha encontrado la oportunidad perfecta para poner las cartas sobre la mesa.

Como si fuera una competición, Ona ha expuesto con falsa modestia cómo le parecía de bonita la relación entre ellos dos y Sílvia ha aprovechado para decir lo suyo, poniendo el dedo en la llaga y remarcando que había sido una suerte que no se hubieran casado hace 25 años porque así ahora ella podía estar con Francesc. Era muy evidente que este miembro fundacional del grupo del instituto quería marcar territorio, pero el problema es que desconoce que alguien ya ha cruzado esa línea mucho antes. El secreto se va haciendo cada vez más grande y los fans de la serie de TV3 saben que puede explotar cuando menos lo esperen.

