Hacía semanas que se esperaba el momento que se ha vivido este jueves en Com si fos ahir. Los guionistas experimentados de la serie diaria de TV3 han puesto a una de las parejas de la octava temporada en una montaña rusa permanente cuando la relación apenas había comenzado y la han llevado hasta un punto que parecía de no retorno. Y, en el último momento, han salvado el match-ball. Ha sido el golpe de efecto de la semana. Con una confesión emotiva en una secuencia muy exigente para los dos actores implicados, Ivan Benet (que hace de Rodri) y Alícia González Laá (Eva), que les ha obligado a demostrar su solvencia.
Es en momentos como este que se notan los años de experiencia acumulada hasta ahora en las teleseries de TV3, con directores que saben dirigir a los actores y actores que saben recoger el guante llevar por el buen camino escenas comprometidas, sin sobreactuar pero expresando todo lo que hace falta, con planos muy cortos en los que se lo juegan todo en la expresión facial y el control de la voz. Solo así se consigue lo que se ha visto en el último episodio, que una secuencia que puede parecer sencilla–y que en realidad es muy complicada– acabe siendo electrizante.

Rodri explica la situación de su hermano, uno de los grandes secretos de ‘Com si fos ahir’ esta temporada
¿Qué ha pasado? Que finalmente Eva ha podido obtener la información que ya tenían los espectadores de Com si fos ahir desde hace días, ha sabido cuál era el secreto de Rodri. Se trataba de su hermano enfermo, totalmente paralizado, ingresado en un centro médico donde le pueden proporcionar atención médica las 24 horas del día. Hasta ahora, Eva no sabía por qué el hombre con quien coqueteaba le cancelaba las citas a última hora y por qué siempre decía que no tenía tiempo para casi nada más que para trabajar. Ella lo interpretaba como desinterés. Pero este jueves el médico misterioso le ha explicado todo. «Cuando digo que no puedo quedar es porque estoy trabajando o con mi hermano, Josep», le ha dicho. Y le ha asegurado que necesita hacer todas las guardias que pueda porque el centro donde está ingresado Josep es muy caro. Eva también ha sabido –en este caso, al mismo tiempo que los espectadores– por qué Josep está postrado en una cama: no es por ningún accidente ni por un ictus, sino a causa de una enfermedad degenerativa.
«¿Por qué no me lo habías contado?», la gran pregunta de Eva a Rodri
El drama no termina aquí. Porque hay otra desgracia que explica por qué Rodri, que hasta hace poco vivía en Mallorca, de repente ha vuelto a Barcelona. El caso es que, hasta hace unos meses, quien cuidaba de Josep era la madre, pero tuvo un accidente y murió. No entraremos en el matiz de cuestionar que, a pesar de tener a la madre viva, Rodri demostraba poca implicación dejándola sola con una situación tan dura y viviendo tranquilamente en una isla, cuando podía vivir en la calle de al lado y ayudar mucho más a la familia. Eva, conmovida, tampoco se detiene en este punto. Le dice a Rodri que lo siente mucho, pero tiene una pregunta: «¿Por qué no me lo habías contado?». «Porque es muy complicado», responde él. Y añade el toque de crueldad: dos novias que había tenido lo habían dejado cuando habían visto el panorama. Pasaremos por alto que no queda claro de cuándo habla, si hasta hace poco vivía en Mallorca, ni cuántas novias ha tenido tiempo de tener desde que ha vuelto. Sea como sea, este detalle termina de desmoronar a Eva –unas horas antes ella había dado por terminado el intento de relación–, que se lanza a los brazos de Rodri. Beso final. Continuará.
