Cerca de las cinco de la tarde de este pasado viernes se originó un espectacular incendio en Portbou. Unas llamas que nació en el cuello del Corcho, cerca del pantano de Portbou, y que ha ido avanzando rápidamente durante la noche hasta el mar. Después de unas horas muy complicadas por el cuerpo de Bomberos propiciadas por la orografía y el fuerte viento de tramontana que golpea la zona, ya se han originado múltiples focos secundarios no conectados entre sí que dificultan todavía más las tareas de estabilización.
En estos momentos, ya hay 433 hectáreas afectadas y las autoridades han obligado a confinar el municipio de Colera, la urbanización de La Enmohecida y la parte alta de Portbou. De hecho, según indican los Bomberos desde su cuenta de Twitter, durante la noche se han tenido que desalojar de sus domicilios un total de 135 personas, pero ninguno ha resultado herida. Para hacer frente a las llamas que golpean el Alt Empordà, el cuerpo de Bomberos se centra a estas alturas en el flanco derecho del incendio para evitar que salte en el municipio de Llançà, donde el potencial pasa a 2.700 hectáreas, a tocar del parque natural del Cabo de Creus. Es decir, conducirlo hasta el mar y evitar que llegue a zonas pobladas.
Los efectivos del cuerpo trabajan con herramientas manuales y camiones de agua para contener los focos secundarios que saltan empujados por la tramontana, puesto que el fuerte viento de tramontana hace muy difíciles las tareas de extinción a través del aire. Ahora bien, a pesar de estar poniendo el principal foco al evitar que las llamas se expandan hasta Llançà, el jefe de intervención en la zona y jefe de Región de Girona de los Bomberos, Jordi Martín, explica que también se centran a proteger las viviendas en Portbou y Colera.
214 efectivos desplegados
En estos momentos hay unas ochenta dotaciones terrestres trabajando en la zona para apagar el fuego, unas cifras que suponen un total de 214 efectivos desplegados. La principal dificultad es hacer volar los helicópteros, cosa que retarda el proceso de control y estabilización del fuego y aumenta el riesgo de propagación