Un turista ha muerto después de precipitarse descalabro de un acantilado en Tossa de Mar (Selva) cuando quería hacer una fotografía. Los hechos tuvieron lugar este pasado sábado cerca de la medianoche en la zona de la cala Futadera. Según ha avanzado este lunes el diario de Girona, la víctima habría traspasado la tanca que limitaba con el acantilado y, al resbalar, ha perdido el equilibrio y ha caído al vacío desde más de 30 metros de altura. Los Bomberos del GRAE hicieron un gruaje para rescatar el turista, que estaba inconsciente, y se lo trasladó hasta el hospital Josep Trueta con el helicóptero. Ahora bien, una vez llegó al centro médico, el hombre acabó perdiendo la vida a raíz de la gravedad de las heridas.
Se trata de un turista francés de más de 30 años que se encontraba de vacaciones por la zona con la familia. Las autoridades recibieron el aviso de la caída al poco de las doce menos cuarto de la noche. A raíz del alerta, se movilizaron varios efectivos de los Mossos d’Esquadra, de la Policía Local, del SEM, de los Bomberos y de Salvamento Marítimo. La zona donde había caído la víctima, pero, dificultó las tareas de extracción. Unas tareas que, todo y el éxito del rescate, acabaron consumando la tragedia. El cuerpo de los Mossos d’Esquadra pusieron en marcha una investigación para esclarecer qué habían sido las causas de la muerte, es decir, si había caído accidentalmente por el acantilado o alguien había intervenido. La investigación ha concluido que la muerte se produjo por causas accidentales.

Una muerte por un pitillo
Este pasado viernes murió una mujer de 71 años después de encenderse un pitillo. Los hechos pasaron en Yecla, Murcia, después de que la mujer se impregnara todo el cuerpo de alcohol para refrescarse. Según detalló el medio local