El entramado de pueblos y ciudades de Cataluña es uno de los grandes factores que atrae cada año centenares de miles de turistas que aprovechan unas breves vacaciones para salir de su país de origen y descubrir los secretos del territorio. Si bien es cierto que Barcelona es el gran reclamo internacional por la enorme variedad de actividades y monumentos que se pueden ver, muchos turistas que llegan a Cataluña aprovechan su estancia en el país para hacer una pequeña escapada y conocer algunas localidades menos conocidas. Es por eso que, alguna de estas poblaciones, como por ejemplo Siurana (Priorat) y Cadaqués (Alt Empordà) reciben la atención de prestigiosos medios especializados, de alguna manera, en el turismo, como ahora la revista norteamericana ‘National Geographic’.
Una de las últimas recomendaciones de este medio es Aiguamúrcia, situado en la comarca del Alt Camp. Se trata de una pequeña población rodeada de viñas y bosques, entre las cuales uno de los monasterios mejor valorados del territorio por esta misma revista, el monasterio de Santas Cruces. Desde ‘National Geographic’ destacan este pueblo, puesto que es el único municipio de Cataluña que se ha construido gracias a la llegada del establecimiento religioso en aquella demarcación. Consideran que es un destino único «por su belleza arquitectónica y paisajística». A pesar de que históricamente su principal económica se ha basado en la agricultura de secano, el auge turístico ocasionado por la presencia del monasterio ha centrado buena parte de la actividad comercial en el turismo. También destaca la bodega cooperativa modernista, puesto que es el único exponente de esta corriente arquitectónica que se puede ver en la población.

La falta de agua que dio nombre en el pueblo
A pesar de que el origen del nombre de Aiguamúrcia es incierto, se llama que el nombre proviene del latín