Representantes del Ministerio de Transportes, Renfe, Adif, representantes de la Generalitat y los sindicatos negocian ‘in extremis’ para evitar la huelga en Renfe por protestar contra el traspaso de Rodalies -prevista para los días 17, 19, 24, 26, 28 de marzo, y 1 y 3 de abril-. Desde el ejecutivo español buscan desbloquear la situación después de varias reuniones en la última semana, y la última oferta de la Moncloa es que el nuevo operador de Rodalies “se ubique dentro del grupo Renfe a todos los efectos”; una propuesta que desde los representantes de los trabajadores ven con buenos ojos, ya que Rodalies seguiría dentro de Renfe “con respeto y garantía de los derechos laborales”, tal como recoge la ACN.
Este mismo borrador presentado desde la Moncloa señala que Adif seguirá teniendo “la administración integral” de la línea R1 entre la Sagrera y Maçanet-Massanes, y que el traspaso “no afectará los derechos sociolaborales de las personas trabajadoras” de la empresa pública ferroviaria.

Rodalies, la disputa eterna de la política catalana
Durante el pasado sábado, la consejera de Territorio, aseguró que este nuevo operador de Rodalies (que ahora se plantea que no saldrá de Renfe) “no debe obstaculizar en ningún caso” los derechos de los trabajadores y asevera que el traspaso y respetar los derechos laborales son cosas que son “compatibles”. Por su parte, desde ERC piden que no se contrapongan los derechos de los trabajadores de Renfe con los de los usuarios del servicio ferroviario. Los republicanos, además, advierten que «quien debe gestionar Rodalies es una empresa 100% de obediencia catalana” y añaden que el acuerdo entre PSC y ERC es “inequívoco” y, por tanto, “nada está en cuestión ni ponemos en crisis ninguno de los acuerdos a los que llegamos”.