El acuerdo in extremis firmado este domingo tras unas negociaciones contrarreloj entre los sindicatos de trabajadores de Renfe y Adif y la Moncloa ha abierto una nueva guerra sindical, esta vez entre las organizaciones que habían convocado siete jornadas de huelga en Rodalies -la cual debía comenzar este lunes a primera hora de la mañana. El responsable del sector federal ferroviario (SFF) – CGT en Barcelona, Miguel Huélamo, ha acusado a la operadora ferroviaria de «fraude de ley» al afirmar que la huelga está desconvocada, ya que, según ha asegurado, la parada se mantiene porque hay sindicatos como la misma CGT, el Sindicato Ferroviario y Alternativa Ferroviaria que no suscribieron el acuerdo de las organizaciones mayoritarias con el gobierno español y la Generalitat.
En una concentración en la estación de Sants, la cual ha contado con la participación de un centenar de personas, el sindicalista ha criticado que se les inste a firmar el pacto entre las organizaciones mayoritarias -CCOO y UGT- en las próximas 48 horas: «No nos han llamado en año y medio y ahora quieren que demos el visto bueno», ha apuntado el responsable ferroviario de la CGT. Según ha detallado el sindicalista, los acuerdos que se alcanzaron en 2023 -momento en que había convocada una huelga contra la transferencia de Rodalies- establecían que las negociaciones entre los representantes de los trabajadores y las empresas españolas debían ser tranquilas y «sin prisa». Una situación, sin embargo, que no se ha producido, según el dirigente de la CGT, ya que considera que estas negociaciones para frenar la huelga se han producido apresuradamente, y sin que desde la organización sindical hayan podido consultar el acuerdo con la militancia.

Un acuerdo que no convence a todas las partes
De la misma manera que desde la CGT sostienen que no han firmado aún el acuerdo -pactado entre la Moncloa y las organizaciones mayoritarias-, el delegado de Sindicato Ferroviario, Joan Rodríguez, también ha desconfiado del pacto con el gobierno español. El sindicalista considera que el acuerdo entre las organizaciones de trabajadores mayoritarias, el ministerio y la Generalitat «no garantiza los derechos y condiciones de las plantillas de Adif y Renfe»: «Peligran puestos de trabajo y las condiciones de la plantilla. La solución a la caótica situación que vive el ferrocarril no pasa por la creación de una nueva empresa, sino que pasa por más inversiones», ha rematado Rodríguez, que ha pedido un «compromiso firme» a los ejecutivos español y catalán con el servicio de trenes.