En el que va de 2023, 30 personas han muerto en accidentes de tráfico en la red viaria interurbana de Cataluña, según datos provisionales del Servicio Catalán de Tráfico. Con el objetivo de reducir la siniestralidad, principalmente en choques frontales, la Generalitat ha estudiado los puntos y los motivos donde se producen estos accidentes y ha impulsado mejoras en 22 tramos de las carreteras catalanas, tal como explica la ACN. El plan que ha trazado el Departamento de Territorio se aplicará además de 400 kilómetros de vía, donde se impulsarán medidas como la incorporación de un tercer carril con separación de sentidos y que permitirá avanzar de manera segura (2+1) barreras físicas o separadores. La consejería cuenta con un presupuesto de 664 millones de euros y, con una actuación sobre el 7% de la red, espera reducir los accidentes un 20%.
Las carreteras que concentran más choques frontales
El plan contra accidentes frontales del ejecutivo se centrará en un total de 418 kilómetros de carreteras, los puntos que concentran más siniestros de este tipo. Estos tramos, por donde pasan más de 5.000 vehículos en el día, son con calzada única y de alto nivel técnico y, esto, permite que se circule a velocidades elevadas.
El director general de Infraestructuras de Movilidad del gobierno catalán, David Prat, ha recordado que «la velocidad es capital» y que si se quiere «reducir los accidentes mortales que tenemos cada año tenemos que actuar sobre este tipo de carreteras, no en las que hay más accidentes». En esta línea, el estudio de Territorio señala que el 13% de la red viaria concentra el 34% de los accidentes mortales.

Los motivos de los accidentes frontales entre dos vehículos son diversos. Por ejemplo, un adelanto mal efectuado, una pérdida de control del vehículo que hace invadir el sentido contrario o la falta de atención del conductor que también puede provocar que se desplace de calzada sin darse cuenta. Por eso, el plan ‘2+1’ incorpora diferentes actuaciones en unos veinte tramos, como por ejemplo situar un tercer carril con separación entre los sentidos, una barrera de contención que separe los carriles contrarios, o resaltar la línea continua. Con la aplicación de estas mejoras, Territorio espera evitar entre el 80% y el 100% de los accidentes mortales de estos tramos.
Medidas aplicadas
La C-55 y la C-58 ya cuentan con algunas de estas mejoras y el resultado ya se empieza a notar. De hecho, ha habido «una reducción muy importante de los accidentes mortales por choques frontales». El mismo ha pasado a la C-35 entre Vilalba Sasserra y Sant Celoni, a la C-16 entre Berga y Cercs y a la C-352 en la Roca del Vallès.
El Gobierno ha evaluado actuaciones en 40 kilómetros durante seis años y ha constatado una reducción del 92% de los siniestros muestrales y del 50% de los graves. El consejero de Territorio, Juli Fernández, ha remarcado que no se actúa «sobre puntos negros, sino sobre el 7% de carreteras». Se trata de una «intervención que cambia la red viaria y que pretende que sean más seguras y fluidas», ha añadido.
Algunos de los tramos con calzada única donde se actuará hasta el 2030 son la C-15 entre Vilafranca del Penedès y la Puebla de Agramunt, la variante de la C-31 en Vilanova i la Geltrú, la C-14 entre Alcover y Montblanc la C-31 entre Pals y Figueres, la C 55 entre Manresa y Súria, la C-65 entre Girona y Llagostrera o la C-66 entre Besalú y Banyoles o la C-26 entre Balaguer y Artesa de Segre.