El director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel, ha respondido a las críticas que ha recibido Tránsito tras el accidente en la AP-7, que terminó con un corte de catorce horas y colas kilométricas durante todo el viernes. Lamiel ha señalado que las conclusiones que extraen desde la mayor autoridad vial de Cataluña llevan al SCT al mismo lugar: mejorar la comunicación hacia los conductores para que puedan evitar la zona del accidente y eviten quedar atrapados. El director del SCT sí que ha señalado que una de estas tres medidas, un corte completo de la vía y el desvío obligatorio, podría molestar a los conductores, pero que «las consecuencias de no hacerlo son peores que las de hacerlo». Lamiel ha señalado que las tres medidas son mejorar la información que el SCT proporciona a los ciudadanos mediante los canales ordinarios (medios de comunicación), instalar paneles en zonas donde se deba tomar decisiones para cambiar de vía circulatoria y finalmente el corte de vía y el desvío obligatorio.
Por otro lado, preguntado por su posible destitución, Lamiel se ha limitado a destacar la nota de la Consejería en la cual se desmentía su destitución y donde «la consejera mostraba confianza en mi labor».
Tres medidas para evitar un nuevo caos en las carreteras catalanas.
Ramon Lamiel ha entonado el mea culpa, y ha asegurado que desde el SCT hubo un «error de concepto» en la comunicación del accidente en la AP-7. «Lo más importante no es lo que pasó sino qué conclusiones hemos extraído», ha explicado.
«Cuando atendemos una emergencia de información, comunicación de la emergencia, pensamos que todo el mundo está enterado porque nosotros lo vivimos hora a hora», explica un Lamiel que señala que el público que circulaba en la AP-7 a primera hora de la mañana (cuando se produjo el accidente) era diferente del de la tarde, ya que por la mañana era un público informado porque el desplazamiento era, mayoritariamente, por motivos laborales mientras que el de la tarde era un desplazamiento más recreativo o de ocio. En este aspecto, Lamiel ha señalado que se informó desde el minuto 1, y admite que por parte de los usuarios quizás hubo «un aplazamiento de la toma de decisiones» -es decir, no cambiar de vía a pesar de los avisos-. Para evitar estas situaciones quiere reforzar la comunicación con un «responsable del siniestro» que se dedique a «reforzar la comunicación de cómo evoluciona el accidente, en coordinación con los equipos viales en las emisoras, poniéndose a disposición para que informe el equipo». «Un portavoz, digámoslo así», ha añadido.

No es la única medida que ha anunciado, ya que la «segunda línea de acción» según Lamiel será reforzar la comunicación instalando paneles en puntos donde se deban tomar decisiones -en las salidas o cambios de vía antes de llegar al accidente o a las colas-. «Tú puedes estar informado, pero aplazas la decisión ‘ya saldré en la siguiente'», señala un Lamiel que destaca que estos paneles están destinados a decirle al conductor «por aquí, más adelante tendrás problemas».
Finalmente, la medida más drástica que el SCT contempla es que se intervenga en el tráfico junto con los Mossos d’Esquadra. «Cortar la carretera y no dejar pasar, y desviar obligatoriamente el tráfico», un hecho que asegura que no es fácil de plantear, ya que las desviaciones a menudo se hacen por vías más lentas o más largas, y por tanto los conductores deben hacer más kilómetros. «Cuantos más kilómetros le haces hacer a una persona más la arriesgas, a veces esto nos contiene», explica el director del Servei Català de Trànsit. Lamiel, además, ha añadido que entiende que los conductores se puedan enojar si se les obliga a cambiar la dirección, pero asegura que «las consecuencias de no hacerlo son peores que las de hacerlo. Quedar atrapado en un embotellamiento es deteriorar la salud»