Vox y otros adivinadores de la tragedia y la desobediencia, como la misma Prefectura de los Mossos d’Esquadra. De hecho, el mismo director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, aseguraba este miércoles en la comisión de Interior del Parlamento que el cuerpo recuperaría la defensa jurídica de los agentes de los Mossos d’Esquadra. Es decir, restablecer el sistema de abogados para los policías que existía antes de la reforma interna que el exconsejero Joan Ignasi Elena. Una reforma que dejaba en manos del Departamento de Presidencia la decisión de si se ejercía la defensa de un mosso o no en conflictos en manifestaciones.
En cualquier caso, la consejera de Interior, Núria Parlon, se ha visto obligada a admitir que no sabe cuántas agresiones sufren los policías ni los guardias de seguridad en la calle. El motivo, bastante sencillo: porque no tienen herramientas ni datos para saberlo. Es decir, que el departamento no tiene datos para cuantificar lo que Trapero llamó, en la comisión, «desobediencia» como «hecho delictivo», ni puede objetivar el problema que los sindicatos policiales repiten de falta de autoridad de la policía. Una idea que también han difundido los partidos de centroderecha, como el PSC, cuando estaba en la oposición y el portavoz de Interior era el exconsejero de Interior Ramon Espadaler, ahora consejero de Justicia.

Atentado a la autoridad, un concepto demasiado genérico
Así, a preguntas de Vox, la consejera ha remitido una respuesta parlamentaria, firmada el pasado 23 de octubre, donde admite que no puede ofrecer los datos. Unas cifras que el partido ultraespañolista esperaba para presentar una interpelación y posteriormente una propuesta de resolución para intentar forjar su discurso de mano dura y potenciar la figura del policía.
«No es posible facilitar respuesta al número de agresiones físicas a mossos d’esquadra y a vigilantes de seguridad, dado que no se puede extraer esta información con las herramientas corporativas de que se dispone actualmente», asegura Parlon. «Una explotación de los datos por la tipología ‘atentado a agente de la autoridad’ abarca una casuística que no necesariamente se corresponde al concepto de agresión física, razón por la cual los datos obtenidos no podrían ser totalmente fidedignos al enunciado de las preguntas», justifica la consejera.



