Entre el año 2015 y 2022, once personas murieron mientras se encontraban bajo custodia de los Mossos d’Esquadra, es decir, detenidas. En ninguno de estos casos se ha detectado «mala praxis» policial. Al menos así lo asegura una respuesta parlamentaria a la CUP firmada el 31 de marzo por el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, a la cual ha tenido acceso este diario. Según este informe, todas las investigaciones se han llevado a cabo de manera «exhaustiva, especialmente para averiguar si hubiera existido el mínimo indicio de responsabilidad», y con la tutela de las autoridades judiciales competentes.

Esta negra estadística se ha presentado a raíz del caso Brian Ríos, que el 21 de agosto del 2022 murió cuando estaba detenido en la comisaría de Rubí. Un caso que ha investigado el juzgado de instrucción número 5 de Rubí. También hay abiertas diligencias policiales que siguen un control tanto de las autoridades del mismo cuerpo como de la justicia y del ministerio fiscal. De hecho, en este caso, la respuesta aprovecha para defender la actuación de los Mossos y asegura que el personal del centro sanitario que atendió Ríos actuó según las guías clínicas y de acuerdo con su experiencia profesional, y decidió la administración de medicación a partir de la exploración y de la información que había facilitado el mismo afectado.

El consejero Joan Ignasi Elena mira el diputado de la CUP de Interior, Xavier Pellicer/David Aparicio
El consejero Joan Ignasi Elena mira el diputado de la CUP de Interior, Xavier Pellicer/David Aparicio

Once casos en siete años

La pregunta del diputado de la CUP portavoz de Interior, Xavier Pellicer, pide el número de muertes bajo custodia policial desde el 2015, un año en que no se registró ninguno. De hecho, el cómputo empieza el 14 de marzo del 2016 con la muerte en una detención en la calle en Cunit. Una vez con las manillas puestas, el arrestado cayó desplomado al suelo por una parada cardiorrespiratoria. La siguiente muerte se registró en el Área Básica Policial de Osona el julio del 2016. El 2017 empezó con una defunción en el Hospital Juan XXIII de Tarragona de un arrestado que provenía del ABP del Tarragonès. El 19 de enero del año 2018 se contó una nueva muerte al Área de Custodia de Detenidos de la comisaría de Sant Celoni (Vallès Oriental).

El año 2019, los Mossos contaron tres muertos bajo su vigilancia. La primera fue la comisaría de Ciutat Vella, el 20 de enero del 2019. La siguiente muerte estuvo en el área de custodia de detenidos de las Cortes, donde hay el calabozo central de los Mossos de la ciudad de Barcelona. El septiembre del 2019, otro detenido murió arrestado al ABP de Roses (Alt Empordà). El 2020, la única muerte constatada bajo custodia policial fue en la comisaría de Mataró, el 14 de abril. Durante el 2021 no hay ninguna muerte. El balance de 2022 fue de tres muertos. El primero a la comisaría de las Corts, el 18 de febrero del 2022; cuatro días después, murió otro arrestado a la comisaría de Santa Coloma de Gramenet y el 21 de agosto, el caso de Brian Rios.

En todo caso, Interior asegura que siempre se sigue el protocolo establecido por la Ley 10/1994 de 11 de julio sobre los principios de actuación policial, las recomendaciones y vigilancia del Mecanismo Nacional para la Prevención de la Tortura (protocolo estatal), el Síndico de Agravios y el Mecanismo Catalán para la Prevención de la Tortura.

La estadística presentada por Interior sobre la muerte bajo custodia de los Mossos/Quico Sallés
La estadística presentada por Interior sobre la muerte bajo custodia de los Mossos/Quico Sallés
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