Los Mossos d’Esquadra trabajan en un nuevo enfoque de la planificación de la seguridad ciudadana para hacer frente «a los nuevos retos de convivencia y cohesión social» y han anunciado que combinarán la inteligencia policial y la Brigada Móvil, que por primera vez tiene como objetivo hacer seguridad ciudadana, para prevenir batallas campales o episodios de violencia gratuita como los sucedidos recientemente en Molins de Rei, Manresa y otros municipios de Cataluña.
Los máximos mandos de los Mossos se han reunido esta mañana para analizar la situación de la seguridad ciudadana en Cataluña y después del encuentro se ha anunciado que se trabaja en un «nuevo enfoque» para hacer frente a casos de este tipo. En efecto, la Comisaría Superior de Seguridad Ciudadana de los Mossos d’Esquadra se servirá de la inteligencia policial, que solo se aplicaba en casos de crimen organizado o terrorismo, para establecer nuevos dispositivos de seguridad ciudadana, que estarán «adaptados en cada momento y en cada situación» y con el objetivo de detectar situaciones que pueden ser de riesgo y que estarían vinculadas a la delincuencia ordinaria.
Así, la inteligencia policial se convierte «en uno de los ejes principales en la hora de predecir fenómenos delictivos» y hará que la Policía de la Generalitat trabaje con «nuevas herramientas de valoración de riesgo». Esta decisión de combinar inteligencia policial y Brimo, que se llevará a cabo desde la nueva División de Dispositivos, dependiendo de la Comisaría Superior de Seguridad Ciudadana, y la nueva Área de Análisis y Conocimiento de Inteligencia; se ha tomado después de que el pasado mes de marzo se aprobará el decreto actual de la Dirección General de Policía, que arrecia una nueva estructura policial.

Más Arro y Brimo
En paralelo, se ha anunciado que las Áreas Regionales de Recursos Operativos (Arro) y la Brigada Móvil (Brimo) ampliarán efectivos policiales. Concretamente, el crecimiento de la Brimo se potenciará con el objetivo de dar respuesta a todos estos fenómenos emergentes que tienen un impacto sobre la seguridad o la percepción de esta. En este sentido, los dispositivos policiales en fiestas mayores o acontecimientos públicos se reforzarán y reestructurarán «siempre que la situación lo requiera» con más unidades de orden público, se incrementarán los controles policiales en los alrededores, se trabajará desde la proximidad y se incrementará la presencia en vías rápidas y estaciones de tren.
A pesar de que la coordinación y la colaboración con las Policías Locales continuará siendo permanente a través de las mesas de coordinación operativa, se potenciará la proximidad y los controles policiales en zonas que se consideren de riesgo para mejorar la capacidad reactiva pero sobre todo la prevención. Así mismo, se reforzará la presencia de las unidades de orden público, de la Brimo y la Arro durante las noches y se harán más controles estáticos y filtros para evitar la presencia de armas blancas.
6.000 armas blancas intervenidas desde febrero
Finalmente, los Mossos también informan que el Plano Daga, que se puso en marcha por febrero y que ha permitido retirar cerca de 6.000 armas blancas, se mantendrá y se intensificará en aquellos lugares y momentos en que los informes de análisis del riesgo lo determinen. Este plan, según la policía de la Generalitat, ha acontecido un dispositivo necesario en la prevención de hechos delictivos: las armas intervenidas desde enero hasta el mes de agosto de este año han crecido un 12%.