La policía delincuente. Es decir, miembros del Cuerpo de Mossos d’Esquadra investigados, procesados o denunciados por los delitos que presuntamente han cometido en los últimos ocho años. En total, el departamento de Interior tiene constancia de 407 miembros del cuerpo que han sido investigados internamente y también por la vía jurisdiccional penal entre el uno de enero de 2015 y enero de 2023. Así se desprende de un copioso informe del departamento, al cual ha tenido acceso El Món, que el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, registró en el Parlamento, a petición de la CUP.
Un documento que analiza, caso por caso, los delitos investigados, discrimina si los policías implicados estaban fuera de servicio o no cuando supuestamente los cometieron y explica cómo se acabó cada expediente. El consejero reprocha al portavoz cupaire de Interior, el diputado Xavier Pellicer, “la complejidad de la demanda de información», que no ha permitido «generar la información de manera automática». Elena se queja de que para responder a la petición del diputado los funcionarios han tardado 315 horas a elaborar la documentación. Son investigaciones que ha llevado la poderosa División de Asuntos Internos o bien diligencias policiales abiertas cuando los investigados estaban fuera de servicio.
Entre los delitos listados durante estas 315 horas se encuentran casos de la violencia de género, denuncias falsas, malversaciones, amenazas y coacciones en el intento de homicidio, entre otros. Ahora bien, el consejero deja claro que «no consta ninguna información en relación con delitos de grupo criminal, de asesinato o contra los derechos fundamentales».
La mayoría de casos relacionados acabaron sin sanción o con retirada del servicio de entre un mes y un año y medio. Entre los expedientes también se cuentan los mossos investigados por «colaborar con el Primero de Octubre», el referéndum, o los tres mossos investigados por, presuntamente, hacer de escoltas el presidente en el exilio, Carles Puigdemont.

Las lesiones y la falsedad documental, los más comunes
Según la estadística de Interior, los delitos por los cuales son investigados más agentes de los Mossos son las lesiones, con 45 casos. Los expedientes son por disparos de proyectiles de foam, agresiones a detenidos, disparos con arma de fuego accidentales a compañeros, agresiones en manifestaciones, peleas por discusiones de tráfico o en la cola del supermercado, e incluso, puñetazos a una paleta que hacía obras en casa del mosso denunciado. Uno de los casos más curiosos es el expediente abierto a un agente que le habría dado una «bofetada» a un ladronzuelo cuando le habría intentado hurtar la cartera.
La segunda tipología de delito por la cual agentes de los Mossos son más denunciados es la falsedad documental, con 39 casos. Entre los expedientes, se encuentran la modificación de datos o fechas de una acta policial o una minuta, escribir datos «inciertos» sobre unos hechos, irregularidades en las diligencias policiales o bien en los documentos para acceder a promociones internas, presentación de partes médicos falsos o, incluso, utilizar el Photoshop para hacerse un letrero creíble de la Generalitat con sello incluido para poder aparcar por todas partes. También hay un caso de «pago con moneda falsa»: al mosso implicado le encontraron varios billetes en la cartera.

Violencia de género y otros delitos
De casos de violencia de género, se computan 25 en los ocho años auditados. Todos cometidos fuera de servicio, y solo tres casos han acabado con sanción, una con un año y un día fuera del cuerpo. El resto han sido archivadas y dos continúan en proceso abierto. En cuanto a las denuncias falsas, se han tramitado 12 expedientes. Hay 14 por torturas, 10 por vejaciones, 11 contra la salud pública -con un caso de un bar propiedad del mosso implicado donde presumiblemente se hacía narcotráfico- y 14 por malversación. En cuanto a los hurtos, Interior tiene controlados 20, que van desde un mosso que abría las taquillas de sus compañeros y las vaciaba, a otros casos en los que los agentes investigados que se quedaban materiales de dotación policial o dinero de entradas policiales.
En cuanto a las coacciones, Interior determina que hay 3 casos, 9 por amenazas, 6 por simulación de delito, 7 contra la integridad moral, 5 por agresión sexual y dos por allanamiento de morada. También suman 24 expedientes por robo, donde se encuentran robos de material o droga confiscada o el hecho de quedarse efectos de difuntos.
Una buena parte de denuncias e investigaciones están en una especie de cajón de sastre de varios delitos que van desde alcoholemia, a fraude a la seguridad social – participar en competiciones deportivas mientras se está de baja-, estafas, accidentes de tráfico, revelación de secretos, los diferentes casos d‘Albert Donaire por su proselitismo independentista o hacer tareas de seguridad al presidente en el exilio.
Interior, sin embargo, solo computa un delito de odio, un caso abierto en febrero de 2020. En cuanto a los homicidios, un caso por homicidio imprudente cerrado y sin sanción, otro imprudente por la muerte de un atracador en una actuación policial en Lleida, también archivado, y un último por el homicidio de su pareja y posterior suicidio. Finalmente, añaden una tentativa de homicidio del año 2022 todavía abierto, pero con el agente suspendido.