Tres trabajadores de la mina de Súria (Bages) han muerto esta mañana en un accidente grave en las instalaciones. El incidente se ha producido en la mina de potasa que gestiona la multinacional ICL. Según las primeras informaciones, tres trabajadores de la empresa habrían sido sorprendidos por un desprendimiento en el interior de las galerías a unos 900 metros de profundidad. De momento, trabajan los servicios de rescate de la misma mina y se han dirigido al lugar de los hechos varias dotaciones de Bomberos de la Generalitat, del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) y de los Mossos d’Esquadra, que han desplazado efectivos de los servicios de subsuelo, unidades caninas, equipos de montaña y patrullas.
La policía catalana ha recibido el aviso hacia las ocho y media de la mañana y ha activado el protocolo de emergencia con las unidades especializadas así como la coordinación con las unidades de protección civil. El SEM ha activado dos unidades terrestres, dos helicópteros medicalizados y psicólogos. Las primeras informaciones apuntan que las tres víctimas mortales serían tres topógrafos de las instalaciones.
El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, y el de Empresa, Roget Torrent, se han desplazado hasta el lugar de los hechos.
Accidente mortal a la mina el 2013
El 2013 dos trabajadores de la mina murieron en el pozo de las Cabanasses. Los operarios trabajaban por la noche en unos 800 metros de profundidad haciendo tareas de mantenimiento y reparación cuando una losa del techo de la galería les cayó encima. Los dos trabajadores, vecinos de Súria de familias de tradición minera, quedaron sepultados bajo los escombros. La empresa paró la actividad en las minas de Súria y Sallent hasta después del entierro de los operarios, que tenían 37 y 49 años.
Desde el 2005 han muerto ocho trabajadores a las instalaciones de la mina. El accidente de este jueves es el más grave desde 1986, cuando tres mineros también perdieron la mina al quedar sepultados.