Fino a la incertidumbre sobre el futuro de la Vall de Nuria. Después de meses de negociaciones encalladas, con posiciones alejadas entre sí, el Ayuntamiento de Queralbs, en manos de la alcaldesa juntaire Imma Constans, y la administración catalana, a través de la compañía de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC), han llegado a un acuerdo para mantener la concesión de la estación de esquí y la equipación lúdica del valle, el cual todavía no se ha aprobado oficialmente. De este modo, pues, el espacio podrá abrir con total normalidad durante la temporada de invierno, una vez supere todas las inspecciones necesarias para poder llevar a cabo su actividad habitual: «Se han acordado los términos y las condiciones generales que regirán el pliego de cláusulas de la nueva concesión de la estación de esquí y el espacio natural de ocio del Valle de Nuria», apuntan fuentes de FGC a El Món, las cuales aseguran que la empresa pública continuará al frente de la gestión del espacio los «próximos años», pero no detallan el tiempo concreto.
El Ayuntamiento de Queralbs y la administración catalana han pactado los flecos de la nueva concesión del espacio, pero el acuerdo al cual han llegado todavía no ha entrado en vigor. De hecho, según relatan las dos partes a través de un comunicado conjunto, «de aquí a poco tiempo se iniciará la tramitación administrativa» del pacto. Es decir, a las tareas burocráticas posteriores al plenario de la conveniencia de la concesión de redacción -y posterior aprobación- del pliego de condiciones. Una vez superadas todas las tareas burocráticas para renovar la gestión del espacio de ocio del valle, desde la compañía catalana ya podrán someter a inspección y mantenimiento todas las infraestructuras -con un calendario apretujado- para intentar reabrir con normalidad a partir del mes de diciembre, momento en que arranca la temporada de invierno.

Meses de negociaciones encalladas
A mediados de este mes de agosto, las dos partes implicadas en las negociaciones han conseguido llegar a un acuerdo por el futuro de la estación de esquí, pero las conversaciones se han mantenido encalladas durante casi cuatro meses. El pasado 30 de abril, el día que finalizaba la última prórroga de la concesión de la explotación de la equipación, la alcaldesa de Queralbs mantuvo una reunión con el entonces secretario general del Departamento del Territorio, Joan Jaume -sustituido desde la entrada del nuevo Gobierno de Salvador Isla por el exdiputado socialista Jordi Terrades-, el presidente de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC), Antoni Segarra, y los equipos de asesores de las dos partes para intentar «resolver las diferencias que impedían un primer preacuerdo«. Desde aquella reunión, pero, las conversaciones quedaron encalladas, avanzando despacio y de manera bastante hermética. De hecho, desde la operadora catalana, y coincidiendo con el consistorio de Queralbs, aseguran que las negociaciones han estado «laboriosas», motivo por el cual se muestran «satisfechos» con el objetivo logrado.
Uno de los puntos que más encalló las negociaciones entre las dos partes era las discrepancias sobre el plazo de la nueva concesión, puesto que el contrato del anterior expiró en 2017 y las dos entidades lo prorrogaron periódicamente hasta abril de este año. Según apuntaba el Ayuntamiento de Queralbs en un comunicado que fecha de 14 de mayo de 2024, desde el gobierno municipal habían ofrecido a la operadora catalana alargar la concesión durante un plazo de 20 años -y ejecutar las inversiones durante este mismo periodo de tiempo. Ahora bien, desde FGC declinaron, inicialmente, esta propuesta porque los plazos de amortización ordinarios de las inversiones son de entre 25 y 30 años. De hecho, es por este motivo que desde la administración pública pusieron sobre la mesa una “cláusula compensatoria” por si no se hubieran podido amortizar los activos una vez finalizada la concesión. Es decir, que el Ayuntamiento se hiciera cargo de la compensación económica de los elementos que la empresa pública no haya podido aprovechar al máximo.

«Satisfacción» entre las dos partes
A pesar de que las dos partes han optado por no detallar los flecos que han acordado, sí que aseguran que el pacto logrado genera «satisfacción» a ambas entidades y que la nueva concesión «supondrá un gran paso adelante en la gestión de la estación»: «De este modo se potenciará el entorno de Nuria como uno de los puntos más icónicos de Cataluña», aseguran las dos partes, que consideran que el acuerdo al cual han llegado también permite garantizar que la estación de esquí continúe siendo «un referente como Ecovalle [un proyecto que han puesto en marcha los últimos años para reforzar la capacidad de adaptación hacia el cambio climático]», y que se disponga del tiempo necesario por «revalorizar y mejorar el atractivo del destino». Así pues, después de meses de conversaciones, discrepancias, y posiciones opuestas, el Ayuntamiento de Queralbs y la administración catalana han llegado a un acuerdo para mantener la estación de esquí de Nuria en funcionamiento. Un acuerdo que da una nueva vida en el valle, que ha vivido con preocupación todo el proceso negociador.