Los bomberos voluntarios se han levantado en pie de guerra contra el Departamento de Interior para reclamar mejoras en sus condiciones laborales. Una problemática histórica que todavía se arrastra. Después de que este fin de semana quemara un espectacular fuego en el Ampurdán, entre Portbou y Colera, y el sector voluntario del cuerpo decidiera no actuar en señal de protesta, las quejas contra la cartera de Joan Ignasi Elena cada vez son más presentes. Y ya no solo entre los Bomberos, sino también entre sus familias. A través de un hilo de Twitter, Judith Gómez, mujer de un bombero voluntario, ha redactado un escrito denunciando la situación en que se encuentran.
Dirigiéndose directamente a Elena, la primera publicación empieza con una pregunta firme: «Feudo el favor de valorar el cuerpo de bomberos voluntarios. ¿Habéis visto cómo trabajan? ¿Habéis visto su pasión totalmente altruista con la que ponen en peligro sus vidas para salvar las de los otros?», pregunta. Gómez relata la vida de un bombero voluntario como un ejemplo de «vocación y entrega» y carga contra las condiciones con las cuales se enfrentan, como por ejemplo «Estudiar, pasar un concurso-oposición, hacer un curso de 500 horas (nada fácil de gestionar con un bebé a casa) y hacer un periodo de prácticas» para acabar «cobrando 10 euros brutos la hora para jugarse la vida».
Críticas al modelo mixto
Desde el Departamento han defendido fervorosamente el modelo actual, es decir, el modelo mixto: un modelo formado entre bomberos funcionarios y bomberos voluntarios. En este sentido, Gómez carga con dureza contra Interior: «No paráis de llenaros la boca con el MODELO MIXTO. Antes que nada, tendríais que definir qué quiere decir modelo mixto. ¿Modelo mixto es funcionarios más voluntariado? Pues el que están haciendo ahora tiene poco de voluntariado», comenta. «Si son voluntarios, teóricamente no son necesarios. Elimináis exigencias y responsabilidades en el cuerpo», espeta con fuerza.
De hecho, en este sentido, Gómez acusa el Departamento de no tener un modelo mixto con voluntarios, sino un modelo formado por «funcionarios y personal que cobra una miseria para hacer el mismo trabajo que los funcionarios». La mujer del bombero voluntario insta Interior a reflexionar sobre las quejas que han presentado reiteradamente y cambiar su respuesta, puesto que el hecho de posponerlo hasta septiembre, tal como han anunciado que harán, no es suficiente.