Los Agentes Rurales han activado el nivel 2 del Plan Alfa a 31 comarcas de Cataluña donde ha previsto un alto peligro de incendio este domingo. El cuerpo hace vigilancia exclusiva de incendios y, como medida adicional, se han suspendido todas las actividades que pueden suponer un riesgo de incendio a 277 municipios, donde se prevé un nivel muy alto de incendio forestal. Son municipios situados en 25 comarcas donde el peligro de incendio ya es alto, pero que en el ámbito municipal el peligro todavía es más elevado. Las comarcas con más municipios en situación de peligro muy alto o extremo de incendio forestales son el Baix Llobregat (25 municipios), la Anoia (22) y el Baix Camp (20).
Prohibido el fuego
Por otro lado, el cuerpo recuerda que está prohibido hacer fuego y hace un llamamiento a toda la ciudadanía a extremar las precauciones durante todo este domingo en cualquier actividad que se haga al medio natural, puesto que las condiciones meteorológicas y el estado de la vegetación hacen que cualquier ignición pueda acontecer en un incendio forestal importante.
2.400 actividades suspensas
El jefe del área de Osona (Barcelona) y actual ninguno de guardia de la Cataluña Central de los Agentes Rurales de la Generalitat, Quim Dalmau, ha cifrado en 2.400 las actividades al aire libre suspensas este domingo en 277 municipios catalanes para prevenir incendios.
Lo ha dicho en declaraciones a los periodistas recogidas por Europa Press este domingo, después de que el Gobierno haya extendido el nivel 2 del Plan Alfa a 31 comarcas catalanas con riesgo elevado de incendio. Dalmau ha explicado que estas actividades suspensas son tanto de ocio como relacionadas con el trabajo, y que se suman a las 12.000 actividades al aire exterior suspendidas el sábado también para la prevención de fuegos.
Ha gritado a extremar las precauciones en la hora de hacer actividades en el exterior porque «el episodio importante de viento hace que aumente el alto riesgo de incendio a causa de la sequía acumulada». Ha recordado que la falta de lluvia facilita que la vegetación «pase a ser un combustible a disposición del fuego, junto al viento, propagador del fuego, y a la actividad humana, elemento distorsionador».