La desalinizadora móvil de los hoteleros de Lloret de Mar (La Selva) no podrá proveer la red pública con su sobrante. Según ha avanzado este lunes Catalunya Ràdio, la conexión entre la nueva infraestructura y las cañerías del municipio no estará acabada para este verano, en cuanto que es demasiado «compleja». Si bien los empresarios de la hostelería del municipio gerundense buscaban con su inversión que los turistas «no noten» las restricciones de agua a raíz de la extrema sequía que sufre el país –especialmente a partir de la temporada alta–, estaban abiertos a inyectar los excedentes en la red porque los vecinos «se beneficien». El proceso, pero, no se podrá implementar a tiempo para los meses veraniegos de este año.
Atendidas las dificultades con las cuales se han encontrado los empresarios hoteleros de la localidad selvatana, ya se han ofrecido para comercializar los excedentes directamente a vecinos que quieran comprar. El agua, que servirá para llenar las piscinas de los establecimientos, está abierta a la venta a privados que también puedan hacer uso en sus domicilios.

Un primer interesado público
Los hoteleros de Lloret han abierto a oferta pública el excedente de la cumplimentación de sus piscinas pensando primero en los ciudadanos de la localidad, si bien el primer interesado ha sido otro municipio. El consistorio de la vecina Tossa de Mar ya ha comunicado, según los empresarios, su interés: el alcalde de la localidad se habría ofrecido a compartir la inversión en la desalinizadora para hacer llegar el agua a piscinas y estructuras de sus hoteles y campings –llegan a una treintena, de cara en el próximo verano–. Más allá de la oferta pública, pero, también habría emprendidas interesadas al cubrir sus necesidades hídricas con los excedentes de la desalinizadora.
Lío y reivindicación
La iniciativa del Gremio de Hoteleros de Lloret, que representa más del 95% del sector en el municipio, cogió por sorpresa tanto las instituciones como la Agencia Catalana del Agua. El organismo, de hecho, llegó a declarar que, a pesar de la especificidad del procedimiento, durante el verano se remitirían a «las mismas normas contra la sequía» que al resto del país –venga de donde venga la agua–. Finalmente, pero el ejecutivo se ha comprometido a «hacer el posible» para llegar a una autorización para la desaladora; si bien permanece a la espera de una comunicación formal más específica sobre el proyecto.