El horario de verano está a las puertas. La madrugada del 31 de marzo, es decir, del próximo domingo, las agujas del reloj se avanzarán una hora, y cuando sean las 02.00 horas pasarán a ser las 03.00. El cambio horario hará que aquella noche se duerma una hora menos.
El cambio, tanto del horario de invierno como el de verano, se hace en toda la Unión Europea, con el objetivo de adaptar la jornada laboral a las horas de luz solar. Así, a partir del martes, 2 de abril, el primer día laborable después de las vacaciones de Semana Santa, por las mañanas se hará más tarde de día y por la tarde se ganará horas de luz.
Hasta el último fin de semana de octubre
Este 2024, el horario de verano se alargará hasta el último fin de semana de octubre, cuando el reloj se tendrá que retrasar una hora para adaptarlo al horario de invierno. Así, cuando se haga el citado cambio horario, los relojes se atrasarán de las 03.00 a las 02.00 de la madrugada.

El 64% de los europeos quieren mantener el horario de verano
Ya hace tiempo que sobre la mesa hay la posibilidad de que el cambio de hora se suprima y se deje el mismo horario todo el año. Inicialmente, la Comisión Europea tenía la intención de resolver la situación como muy tarde en 2021, pero la pandemia lo ha atrasado. De todos modos, los expertos todavía no han tomado una decisión, a pesar de que el 64% de los europeos son partidarios de mantener el horario de verano todo el año.
El cambio de horario puede provocar cansancio y somnolencia a una parte de la ciudadanía. De cara al fin de semana en que se cambia la hora, se recomienda no hacer siestas largas y no cenar en exceso la noche del sábado.