Este miércoles por la mañana la escuela catalana ha recibido una nueva fuerte estocada. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha vuelto con la ofensiva contra el modelo lingüístico de las aulas catalanas y ha obligado un centro de Girona a hacer más castellano. Una familia de la escuela, de la cual no ha transcendido el nombre, había reclamado medidas cautelares para obligar el centro a dar una asignatura más en castellano y el tribunal las ha aceptado. A raíz de la noticia, la indignación ante la sentencia de la justicia española ha encendido las redes.
A través de una piada a su cuenta de Twitter, ahora bajo el nombre de X, el presidente al exilio, Carles Puigdemont, ha cargado con dureza contra España: «Van deconstruyendo consensos sociales y políticos por mero supremacismo lingüístico, y todavía piden que los continúen extendiendo cheques en blanco porque «hay que parar la derecha», espeta con firmeza Puigdemont, quien ahora se ha convertido en una de las principales figuras a tener en cuenta para unas negociaciones que permitan desencallar la gobernabilidad española después del 23 de julio.
«¿Nos pueden explicar qué han hecho todos estos años para parar la derecha judicial? ¿Qué han hecho para respetar la política lingüística aprobada y consensuada con la mayoría de los catalanes? Tenían los votos, tenían la clave y tenían todo el poder… pero el catalán recula empujado por la ofensiva oficial del Estado.», pregunta el presidente al exilio. Puigdemont se muestra muy escéptico con la figura del gobierno español actual sobre cómo ha tratado el catalán: «No se puede repetir este esquema si se quieren tener resultados diferentes«, concluye.
El Gobierno recorrerá contra la decisión del Superior
En el auto, que lleva fecha del 19 de julio, el TSJC mujer margen en la escuela hasta el 5 de septiembre para que “adopte las disposiciones pedagógicas oportunas” para implantar los cambios y comunicarlos al tribunal. El Departamento de Educación ya ha anunciado que recurrirá contra las cautelares.