La oficialidad del catalán en la Unión Europea está más cerca desde esta mañana de jueves, cuando el gobierno español ha pedido oficialmente que el catalán, el euskera y el gallego sean lenguas oficiales a las instituciones comunitarias. Desde Plataforma por la Lengua celebran que el presidente español en funciones, Pedro Sánchez, haya hecho este paso para conseguir la oficialidad del catalán en la UE, y ahora solo esperan que lo «defienda hasta el final» y no se haga atrás antes. Tal como explican desde la ONG del catalán a través de varias publicaciones a su cuenta de Twitter, este paso tiene unas connotaciones positivas para la lengua que van más allá de formalismos.
En primer lugar, que el catalán sea oficial supone una «protección legal» de la lengua, puesto que, según la plataforma, hay centenares de reglamentos y directivas europeas que regulan cuestiones lingüísticas que afectan de una manera u otra. Uno de los ejemplos que ponen en este hilo de Twitter es que, con el catalán como legua oficial a la Unión Europa, se podría «tener la información de los productos sanitarios en catalán». Y no solo esto, sino que esta protección legal también permitiría «que el carné de conducir europeo incluyera la lengua catalana y que el catalán sea un mérito en la función pública europea».
Para Plataforma por la Lengua estos dos puntos son muy importantes porque harán del catalán «una lengua necesaria en muchos ámbitos profesionales, potenciando la necesidad de aprenderla y usarla».
Prestigio del catalán
Más allá de la protección legal por el catalán, que supondría que se convirtiera en lengua oficial, las consecuencias irían más allá. Desde la organización sin ánimo de lucro apuntan que la oficialidad comportaría «reconocimiento y prestigio interno y externo» del catalán. Así pues, después del primer paso hecho por Sánchez este jueves por la mañana, animan al ejecutivo español a persistir para el que el catalán se convierta en la 25.ª lengua oficial de la Unión Europea.