Nuevo caso de discriminación lingüística en la sanidad, en esta ocasión en la Clínica Diagonal de Esplugues de Llobregat. Gerard Insa, un profesor de matemáticas, ha denunciado en un video publicado en la red X que se vulneraron sus derechos lingüísticos porque, según asegura, la doctora le «negó la atención por hablar en catalán» cuando fue a urgencias porque se había hecho daño en el hombro jugando al fútbol. Él comenzó a explicarle a la doctora en catalán qué le pasaba, pero ella inmediatamente lo interrumpió y le exigió que dejara de hablar en lengua catalana: «Háblame en español o no te atiendo«. «Os aseguro que no exagero ni bromeo», dice, y añade que «estas fueron sus palabras literales». En conversación con El Món, Insa detalla que a raíz de este caso llenó un «hoja de sugerencias» –el equivalente a una hoja de reclamaciones– en la clínica, que este diario ha podido consultar, explicando los hechos y hoy mismo ha llenado un formulario en Consum, que también le han asesorado telefónicamente y le han dejado claro, según explica, que «es una situación de denuncia». Para hacerlo, le han facilitado cómo debe trasladar el asunto a Consum y también al Ayuntamiento de Castelldefels, que es su municipio.
La clínica, por su parte, le ha trasladado a través de las redes sociales que su servicio de atención al cliente se pondrá en contacto con él «para conocer todos los detalles» del caso y, en paralelo, anuncia que «investigaremos lo que ha sucedido». Este diario ha intentado ponerse en contacto con la clínica, pero no ha podido hablar con el departamento de comunicación porque, según la persona de centralita, «hay una incidencia y no se pueden pasar llamadas». La misma persona ha pedido que el diario enviara la pregunta que se quería hacer por correo electrónico. Una solicitud que al momento de publicar esta información no ha tenido respuesta. De hecho, esta tarde el diario ha intentado volver a ponerse en contacto con los responsables de comunicación y desde centralita no han podido pasar la llamada porque «no sé si se han ido o están reunidos». El paciente, además, tiene previsto poner el caso en conocimiento del Colegio de Médicos, pero eso aún no lo ha hecho «por falta de tiempo».
Los hechos que denuncia el paciente ocurrieron este lunes, 2 de junio, e Insa explica que después de esta situación tuvo que hacer «un ejercicio de contención de rabia» porque le dolía mucho el hombro y le pidió de forma educada a la doctora si lo podía atender otro profesional. A pesar de ello, según explica él, la doctora dejó claro que no había nadie más e insistió que «si quieres que te atienda, me tienes que hablar en español». Finalmente, sin cruzar palabra, ella le hizo una pequeña exploración en la zona afectada y lo envió a otra sala para que le hicieran una radiografía. «La radiografía todo bien, el chico que me atiende muy bien», remarca. Posteriormente, fue atendido por otra persona, a quien le explicó todo lo que no pudo trasladarle a la doctora y le suministró medicamentos para calmar el dolor. Pero, a continuación, volvió la primera doctora y le entregó el diagnóstico con un breve «aquí está todo«.
Dilluns vaig anar d’urgències a la @clinicadiagonal. La doctora em va negar l’atenció per parlar en català. He fet un vídeo perquè no puc quedar-me callat davant d’aquesta discriminació pic.twitter.com/626CtWG0D1
— Gerard Insa (@GerardInsa) June 4, 2025
«¿Ciudadanos de segunda?»
En este momento del video, Gerard hace un paréntesis y señala que, además, el diagnóstico está «íntegramente en castellano» y sospecha que no es un caso aislado, porque el formato de las hojas de diagnóstico ya está en castellano. Una vez salió de la consulta, fue a recepción para interesarse qué podía hacer, y le pidió al recepcionista si podía poner una queja o una denuncia. «El recepcionista me trató muy bien, pero sí es cierto que detecté cierta incomprensión», relata. Y entonces le aclaró que él no estaba denunciando que no se le hubiera atendido en catalán, sino que se le hubiera «negado la atención si no hablaba español». Según explica a este diario, la persona que lo atendió en la recepción de la clínica le facilitó la hoja de sugerencias para interponer la queja y el formulario de Consum para denunciar la situación.
Con todo, se pregunta si a la persona angloparlante que tenía delante en la fila de recepción también la obligaron a «cambiar de lengua». Ante esta situación, el profesor lamenta que «muchas veces» él no puede mantener una conversación en catalán y se conforma con el hecho de que le entiendan. «Me responden en castellano, pero me entienden», dice, y considera que «si fuera al revés, mucha gente se indignaría». «Una cosa es cada vez más habitual, y la otra es impensable. ¿Qué pasa? ¿Que los catalanes somos ciudadanos de segunda en Cataluña? ¿Qué pasa? ¿Que la lengua catalana es una lengua inferior al castellano en Cataluña?», termina preguntándose.