Propaganda por la acción. Es un lema que acompaña la mística de las revoluciones o las revueltas. Navidad no escapa al embate de esta fórmula que intenta sostener una ideología, una tradición, una contraofensiva o una resistencia social determinada. De hecho, es una idea que inspira al Komando Tió, escuadrones de ciudadanos catalanes que se dedican en cuerpo y alma a preservar el tronco o tronca de Navidad frente a la invasión de lo que llaman «paranoelismo». Esta iniciativa, que nació con fuerza en el año 2009, quedó detenida por la agitada vida social que trajo el Procés y luego por la hecatombe que supuso la pandemia. Una «tregua forzada» que ahora los integrantes del movimiento declaran «rota».
Este año, sin embargo, y aprovechando las redes sociales, ha regresado con fuerza. El embrión del Renacimiento del Komando Tió, que tiene como objetivo restablecer el orden natural de la tradición catalana, ha sido en la Bisbal de l’Empordà que ha impulsado la activación de varias células por toda la nación como en Olesa de Montserrat, Girona, Sant Cugat del Vallès, Olot o Sant Joan de Vilatorrada, donde grupos de activistas del tionismo han comenzado operaciones de recuperación de la figura del Tió frente a la abrumadora presencia de Santa Claus.

Miembros de los escuadrones han comentado a El Món que sus acciones son «proactivas» y «positivas», como colocar tions por las calles. Lejos quedan operaciones de riesgo como los «secuestros selectivos de San Nicolas», sabotajes en luces de Navidad diseñadas con la figura del regordete rojo y barbudo o desapariciones misteriosas de los muñecos de Papás Noel colgados en los balcones de los pueblos y municipios de Cataluña. Como mucho, alguna acción consistirá en colgar un muñeco de algún puente al grito para advertir que no es bienvenido. Ahora la lucha, aunque con mucho humor, y con la misma estética de clandestinidad de hace diez años, el Komando Tió ha aprobado un manifiesto donde dejan clara su lucha. «El paranoelismo se combate o avanza», sentencian.
«Gloria al tronco cagador»
El comunicado que ha causado furor en las redes y en los canales de Telegram, Instagram, TikTok y Whatsapp deja claro que el Komando Tió continúa «jurando fidelidad al tronco cagador y al bastón liberador nuestro». «El Tió no es folklore doméstico: es resistencia antiimperialista, es savia milenaria removiéndose con mala leche, símbolo de raíces profundas, de alegría compartida que habla nuestra lengua», añade el comunicado que repiten las células territoriales del grupo por todo el país.
La Bisbal d’Empordà
— Carles P (@pdpelat) December 15, 2025
Territorio Tió pic.twitter.com/u5YxAw34SS
De hecho, los integrantes del Komando se definen como «herederos de la madera ancestral» y avisan que «no cederán» ante la presencia de Papá Noel. Aun así, admiten que en los últimos años parece que ha habido un «resurgimiento» del Tió, sobre todo en zonas urbanas del país donde hace años parecía haber sido desterrado por el santo redondo y gordo. De todas maneras, advierten que hay que seguir «alimentando las socas» con la misma pasión que «embutimos las de canto de olla, canelones y asado, pasas e higos y nueces y aceitunas». «Hemos visto cómo Papá Noel, general del ejército consumista, volvía a infiltrarse en los balcones y calles de nuestro país con su poso parasitario cargado de marketing y globalización», reprochan.
De ahí que el Komando Tió haya vuelto a las «acciones simbólicas de alto riesgo y baja logística para llenar los municipios de troncos, barretinas y dignidad nuestra». «Cada bastonazo es un tiro al pie al imperialismo y al fondo buitre que destroza las comarcas», argumentan. Por eso, han «despertado a los camaradas, para rearme los tions». «El paranoelismo no descansa y nosotros tampoco», subrayan. Así han enviado un grito de guerra: «Defendamos el Tió. Derrotemos al barrigón rojo. Seamos quienes somos. Juntos, hacia la victoria, hasta la cagada final!«

