La tercera jornada de las pruebas de acceso a la universidad (PAU) ha comenzado con el examen de Lengua y Literatura catalana, para algunos, el último examen de los tres días frenéticos de selectividad. En la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona (UB) ya se empieza a respirar un ambiente de verano. A pesar del calor, los alumnos ocupan todas las mesas de la terraza de la facultad para celebrar que ya se acaba la selectividad. El consenso general de los alumnos consultados por El Món es que el examen de catalán ha sido «más fácil» que el de castellano, que fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a los tres días de PAU: «El examen era más corto y bastante más sencillo que el de castellano», explica Alberto, que ha montado un pequeño círculo con sus compañeros en las afueras de la facultad para comentar la jugada y planificar cómo celebrarán hoy que ya ha terminado «la tortura» de la selectividad. Las sensaciones son buenas.
Albert discute con sus compañeros cuál de las dos pruebas ha sido más sencilla y, aunque hay pequeñas diferencias de opinión, la respuesta es bastante unitaria: «Era un examen asequible». Lo mismo comentan Blai, Nico y Marcel, tres estudiantes que han hecho el bachillerato científico y que aspiran a matricularse en carreras de ingeniería industrial y matemáticas: «No era muy difícil. Se podía hacer sin problemas», dicen a preguntas de este diario. El punto que ha generado más dudas entre los estudiantes es el del «hecho literario» -el aspecto que sustituye las tradicionales preguntas sobre las lecturas obligatorias, que este año ya no forman parte del temario de la selectividad: «Era lo más complicado, porque no en todos los institutos lo estudiamos igual», admite Marcel, que considera que la selectividad «no está muy bien organizada», lo que dificulta la preparación de los alumnos a lo largo del curso. En este aspecto, sin embargo, algunos estudiantes han aprovechado que ya se habían aprendido las figuras retóricas para el examen de castellano para reproducirlo esta mañana: «Me ha costado un poco, pero se podía hacer», dice Álex, que cree que el examen le ha ido «bastante bien».

La gentrificación y el turismo masificado, ejes del examen de catalán
El principal tema sobre el cual ha girado el examen de catalán de esta mañana es «la gentrificación» y las consecuencias de un turismo masificado. Dos aspectos de candente actualidad que afectan a la mayoría de barrios de la capital catalana. En detalle, el primer ejercicio, el de comprensión lectora, les hacía varias preguntas a partir de un texto que hablaba sobre la gentrificación y el auge del turismo que acaba expulsando a los vecinos de toda la vida de sus casas. Este tema se ha vuelto a repetir en el apartado de expresión escrita de la prueba de catalán, donde los estudiantes debían elaborar un texto sobre las consecuencias del turismo: «Siempre son exámenes con temas muy actuales», apunta Blai. En este tema, generalmente, los estudiantes no han encontrado muchas complicaciones. Tampoco les preocupan en exceso las faltas de ortografía, uno de los principales elementos que han generado más polémica esta selectividad a raíz de los cambios de última hora de la consellería de Investigación y Universidades, en manos de la consejera Núria Montserrat. «No suelo cometerlas», dice Álex. Es decir, las penalizaciones por faltas de ortografía, no les preocupan mucho.
En la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona ya se respira ambiente postselectividad. A diferencia de los dos días anteriores, el bar de la facultad ha quedado lleno a rebosar en cuestión de minutos y en las mesas ya no se ven muchos apuntes sobre la mesa. Cafés, risas y caras de satisfacción: «Yo hoy ya no tengo ningún otro, así que ahora me iré para casa y a disfrutar del verano», dice entre risas Alberto. A algunos aún les quedan algunos exámenes, como las matemáticas aplicadas a las ciencias sociales o empresa, pero, según comentan, «no les preocupa en absoluto»: «No creo que sean muy difíciles», dicen. Las pruebas de acceso a la universidad, pues, ya prácticamente han terminado. Ahora, a pensar en el verano.