A pesar de que cada vez es más común ver escuelas en todas las poblaciones de Cataluña, no todos los pueblos, especialmente los más pequeños, tienen centros educativos dentro de su localidad, cosa que obliga las familias a hacer manos y mangas para llevar a sus criaturas en la escuela. Este era el caso de Saldes (Berguedà), pero, 14 años después de que la cerraran por falta de alumnas, las familias del pueblo han conseguido que el Ayuntamiento la reabre: «Hace mucho tiempo que íbamos detrás y al final ha podido ser», celebra la Mònica Brosel, una vecina de Saldes. Ella tiene una hija más grande que depende del taxi para llegar a la escuela en Vallcebre, a 23 minutos en coche de Saldes, y esto les supone complicaciones como familia: «El tema del taxi por nosotros era una angustia, tal como están las carreteras», argumenta la madre, que añade que, a pesar de que están «agradecidos en Vallcebre, tener la escuela en el pueblo no tiene precio».
Es por eso que, ante esta realidad, muchos de los padres y madres que se veían obligados a llevar a sus hijos a escuela fuera del municipio. «Las familias que nos queremos quedar aquí queremos que haya gente, que la gente venga a vivir, y sobre todo mantenerla aquí», explica la Violando González, otra de las madres satisfechas por la decisión del consistorio de reabrir la escuela. El objetivo de esta decisión del gobierno municipal es intentar afianzar la población dentro de pueblo y atraer nuevas familias para evitar que quede despoblado: «Si se dan facilidades para que venga gente con hijos, nuestros hijos estarán con más niños, y al final el que quieres es que los niños tengan amigos, una pandilla, cuanto mayor mejor», argumenta González. Para hacerlo, el Ayuntamiento ha decidido ampliar «el espacio familiar» para convertirlo en centro educativo de cara en el curso próximo.

Impulsar vivienda asequible
Saldes considera que reabrir la escuela no es la única manera para conseguir captar nuevas familias en el pueblo y garantizar que las que ya viven actualmente no cambien de municipio. Es por eso que, para facilitar la llegada de jóvenes, el Ayuntamiento ha anunciado también que impulsará vivienda asequible: «Hemos empezado a rehabilitar los pisos antiguos donde vivían el médico, los maestros, el forestal, para poder ofrecer a la gente joven o familias que vienen de fuera unos pisos dignos para vivir», asevera la alcaldesa del municipio, Dolors Jiménez. Según explica, en cuestión de semanas saldrán a licitación dos pisos en los cuales se priorizarán las familias que tengan criaturas pequeñas y que quieran instalarse en Saldes.