La consejera de Educación y Formación Profesional, Esther Niubó, ha vuelto a defender los polémicos cambios que la administración pretende impulsar en bachillerato de cara al curso 2026/27. En un encuentro con alumnos de bachillerato de FEDAC Xarxa de Berga, en el que los estudiantes han hecho preguntas a la responsable del departamento, la titular de la cartera ha vuelto a sacar pecho de su propuesta para la educación postobligatoria, ya que considera que permite «reforzar» las diferentes especialidades. En este sentido, Niubó asegura que «incrementar» las horas de las asignaturas de modalidad -es decir, pasar de 3 a 4 horas en las asignaturas troncales de los diferentes itinerarios de bachillerato- es «la fórmula para poder reforzar la especialidad y contenido» que tendrá importancia en las pruebas de acceso a la universidad (PAU).
De hecho, la consejera considera que esta propuesta no solo «refuerza» los contenidos del bachillerato científico -donde las modificaciones han generado más malestar entre la comunidad educativa y científica-, sino también en el resto de itinerarios. Durante este mismo encuentro, la responsable de la cartera también se ha referido al objetivo de mejorar los resultados educativos de los alumnos -una de sus grandes prioridades para la legislatura. En este sentido, Niubó ha defendido el acuerdo al que ha llegado su administración con la OCDE, ya que considera que les permitirá obtener «más datos» sobre el estado de la escuela catalana y, por tanto, configurar un plan para revertir los malos resultados.

Coordinar los cambios de etapa educativa
Por otro lado, la consejera de Educación también ha admitido que los cambios de etapa educativa, es decir, el paso de la secundaria obligatoria (ESO) al bachillerato, entre otros, son «un poco bruscos», motivo por el cual considera que es necesario trabajar la «coordinación formativa» entre los diferentes niveles educativos. En esta línea, Niubó ha asegurado que el modelo de exámenes de las diferentes fases de la enseñanza serán cada vez más competenciales -tal como ya se establece en el nuevo modelo de selectividad impulsado por el gobierno español-, aunque ha querido dejar claro que los centros tienen autonomía competencial.