Las pruebas de acceso a la universidad (PAU), también conocidas como selectividad, son uno de los momentos más importantes de la vida estudiantil de los jóvenes de la secundaria postobligatoria. Para prepararse para estos exámenes es fundamental la constancia académica y crear unos buenos hábitos de estudio, pero los expertos también señalan que hay factores externos que influyen en la preparación de estas pruebas. Según la dietista, nutricionista y profesora colaboradora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Patrícia Martínez, durante los meses previos a la selectividad ya se debe comenzar a implementar una «dieta equilibrada» para garantizar una buena preparación de los exámenes: «No podemos pensar que hay una dieta especial para que el cerebro se active de repente: realmente esto debe formar parte de los hábitos», afirma la experta.
Aunque no existe una dieta mágica, sí hay algunos alimentos que contribuyen a desarrollar la memoria de los jóvenes aspirantes a la selectividad. En detalle, para mejorar el rendimiento cognitivo, la experta recomienda alimentos ricos en ácidos grasos y vitamina B12. La especialista de la UOC destaca los ácidos grasos, presentes en los frutos secos o semillas como la chía, porque «mejoran la memoria y la velocidad mental, y son esenciales para el funcionamiento del cerebro». También recomiendan consumir quesos y carnes, porque son alimentos ricos en vitamina B12. Además, la especialista también fomenta el uso de productos con «flavonoides«, presentes en frutas rojas o chocolate negro de alta pureza, ya que «han demostrado beneficios en la activación de áreas como la corteza prefrontal, porque hacen que la mente esté más despierta y reducen el daño oxidativo». Por último, la dieta previa a la selectividad también debe ser rica en proteínas y carbohidratos, como huevos y cereales integrales, ya que son alimentos «que aportan nutrientes complejos».

Las recomendaciones de los expertos
Las recomendaciones de la dietista y profesora colaboradora de la UOC están fundamentadas por los argumentos de expertos internacionales. En esta línea, un estudio de la Universidad de California señala que los ácidos grasos omega-3, especialmente el ácido docosahexaenoico (DHA), tienen «un papel fundamental en la función sináptica y la plasticidad cerebral», lo que mejora la memoria y la atención de los jóvenes, dos aspectos clave a la hora de examinarse de la selectividad: «Asimismo, el omega-6 también contribuye a mantener la integridad de las membranas neuronales, aunque en un grado más bajo». En esta línea, un estudio británico también señala la ingesta de flavonoides como un elemento clave para mejorar las funciones cognitivas de los estudiantes. Además, la Academia Española de Nutrición y Dietética también destaca que los hidratos de carbono complejos, que se obtienen de los huevos, entre otros, deben tener un papel esencial en la dieta de los alumnos. En detalle, según sus estudios, estos hidratos deben representar «entre el 45 % y el 65 % de la ingesta diaria en estudiantes«.
Para los especialistas, aunque se debe mantener una dieta equilibrada a lo largo de todo el año, si se comienza a incorporar y acentuar el consumo de estos alimentos los tres meses previos a la selectividad ya se pueden notar algunas diferencias: «El día antes del examen, los hidratos de carbono deben estar muy presentes. Una comida adecuada sería un plato de pasta, arroz o patatas acompañado de una fuente de proteína», argumenta la nutricionista de la UOC, que también añade que una cena contundente antes de comenzar la selectividad es contraproducente. Para el desayuno previo a las pruebas, la experta recomienda incluir panes de cereales, frutos secos, fruta, aguacate y alguna proteína, como huevos. En este sentido, sin embargo, la experta recomienda evitar la bollería y los productos con mucho azúcar durante las horas previas a la selectividad. Para mantener el cerebro a máximo rendimiento, entre exámenes, los especialistas también recomiendan hacer picoteos ligeros de fruta, chocolate negro o frutos secos, ya que esto contribuye a mantener la energía. Aunque no hay soluciones milagrosas, los especialistas consideran que seguir estas recomendaciones puede ayudar a mejorar las capacidades de los estudiantes para enfrentarse a la selectividad.