Se complica la situación. El Departamento de Educación y Formación Profesional (FP), encabezado por la consejera Esther Niubó, sigue intentando frenar la crisis abierta por los polémicos cambios en el bachillerato. Este jueves, durante todo el día, la titular de la cartera se reunió con las direcciones de centros de la secundaria postobligatoria, la Inspección educativa y la comunidad docente y científica para intentar «consensuar» un nuevo modelo para las ciencias en bachillerato que se adecue a las necesidades de los centros, pero que también cumpla con el requerimiento del gobierno español que ha sido el detonante de la crisis. Las propuestas de la consejería, sin embargo, no convencen al sector y el conflicto ya ha comenzado a envenenarse.

Entre otras cosas, Niubó ha planteado incrementar en 1º de bachillerato las horas de las materias de modalidad, como las matemáticas, por ejemplo, que pasarán de 3 a 4 horas semanales, incluida la materia obligatoria de modalidad -una propuesta que se contrapone, ligeramente, con la anunciada el pasado mes de diciembre. Ahora bien, el escenario actual que ha puesto sobre la mesa la consejera aún mantiene la fusión de física y química, y la de biología, geología y ciencias ambientales -el aspecto que ha generado más reticencias entre la comunidad docente. Es decir, que se impartirán dos horas a la semana de las asignaturas fusionadas. De entrada, la consejería había anunciado la implementación de estas modificaciones de cara al próximo curso -tal como establecía la petición española-, pero tras los encuentros ha optado por posponer los cambios hasta el curso 2026/27.

Este mismo jueves, la consejera aseguró en una entrevista en Catalunya Ràdio -la cual se produjo una hora antes del inicio de la reunión con la comunidad científica- que su nueva propuesta había tenido «una buena acogida» entre «algunos» de los agentes implicados. De hecho, desde el mismo departamento aseguraron tras los encuentros que los actores implicados han tenido una respuesta «positiva» a las modificaciones planteadas.

Esta propuesta, sin embargo, no ha satisfecho a los docentes especializados en ciencias, uno de los grandes perjudicados por los polémicos cambios en bachillerato: «Nosotros seguimos saliendo perjudicados independientemente de que se incrementen las horas de materias de modalidad. Salimos con muy mala sensación de la reunión con la consejería y nos parece una falta de respeto que diera una entrevista antes de reunirse con nosotros. Queda claro que el encuentro no era para escucharnos», se queja, en conversación con El Món, Sandra Rodríguez, miembro de la plataforma Ciencias en Peligro, la entidad que ha propiciado, entre otras, la jornada de encuentros de este jueves. Desde la plataforma denuncian que la nueva propuesta aún mantiene la fusión de materias en primero de bachillerato. De hecho, la consejería apuesta por «crear dos materias optativas complementarias anuales para compensar la pérdida de horas lectivas y de conocimientos en las materias de modalidad que no se han podido cubrir a raíz de la fusión: contextos de biología, geología y ciencias ambientales y contextos de física y química [ambas con 4 horas a la semana]».

La consejera de Educación, Esther Niubó, durante un pleno en el Parlamento de Cataluña en una imagen de archivo / David Zorrakino (Europa Press)

Los vacíos de la nueva propuesta de Educación

Para la plataforma Ciencias en Peligro, la nueva propuesta de la consejería sigue dejando de lado las ciencias dentro del currículo de la secundaria postobligatoria. «Incrementar una hora de las asignaturas de modalidad, pero mantener la fusión de materias [en referencia a física y química, entre otras], es un aumento en comparación a su primera propuesta. Sigue siendo completamente insuficiente», argumenta Sandra Rodríguez. De hecho, desde la plataforma ya se han resignado a intentar conseguir el mismo peso horario de ciencias que marca el decreto 171/2022 -que se aplica desde el curso 2022/23 y que aún es vigente-, el cual estipula 3 horas a la semana para física, tres para química, tres para biología y tres más para geología y ciencias ambientales -una hora menos de la que se aplicaba con el anterior decreto sobre la ordenación curricular del bachillerato. «Pedimos quedarnos como estamos», insiste con resignación Rodríguez.

La nueva propuesta de la consejería, sin embargo, no contempla esta opción, ya que apuesta por la fusión de materias científicas y plantea cubrir el temario de estas materias con «asignaturas optativas». En este sentido, la docente miembro de la plataforma Ciencias en Peligro lamenta que configurar el temario en función de las optativas es «arriesgado» porque «no son iguales para todos»: «Dependen de las direcciones de cada centro», apunta. Es decir, que algunos centros podrían optar por llenar el horario con materias enfocadas a profundizar en los contenidos de física, química, geología, biología o ciencias ambientales -las asignaturas fusionadas-, pero otros podrían decantarse por no hacerlo: «No establece un criterio unitario», asevera. Ahora bien, el miembro del Colegio de Biólogos de Cataluña Antonio Gimeno, que también estuvo presente en la reunión de la tarde, considera que las nuevas optativas que la consejería plantea crear serían «muy recomendables» y atractivas, con el objetivo de que fueran elegidas por el máximo número de alumnos para compensar así «la pérdida» de horas que aún hay.

Reunión en Educación con la comunidad científica para tratar el currículo en el bachillerato / Departamento de Educación

Efectos en la selectividad

Para parte de la comunidad docente, que también ha expresado su descontento con los nuevos cambios planteados por la consejería a través de las redes sociales, los cambios planteados también tendrán efectos negativos de cara a las pruebas de acceso a la universidad -que este año estrenan cambios para unificar el modelo de selectividad en todo el Estado español. «Si nos quitan más horas, los estudiantes irán peor preparados a la selectividad», lamenta Sandra Rodríguez, que advierte que ya van «muy justos» para poder dar todo el temario que se evalúa en las PAU después de la última modificación curricular de 2022. Es decir, desde la plataforma Ciencias en Peligro consideran que la nueva propuesta de la consejería tendrá efectos negativos para los estudiantes catalanes que quieran acceder a la universidad.

Desde el Gobierno, sin embargo, defienden que la nueva propuesta para el bachillerato garantiza que los alumnos de los itinerarios de ciencias y tecnología «no pierdan horas ni la calidad de la enseñanza» en estas materias, lo cual permitiría mantener el nivel de los estudiantes en las pruebas de acceso a la universidad, entre otras. Una idea, sin embargo, que no comparten desde la comunidad docente, que avisan que las carencias del alumnado en estas competencias ya se arrastran desde la secundaria obligatoria (ESO). «Ya tenemos menos horas en secundaria en ciencias que en el resto de comunidades autónomas. El horario actual de primero de bachillerato permitía compensar, un poco, el desfase de temario. La rebaja que plantean ya no lo permitirá», argumenta la miembro de la plataforma Ciencias en Peligro, que considera que la consejería debe hacer bandera de la «singularidad de Cataluña» a la cual se ha acogido para esquivar el requerimiento español en materia de literatura, tanto catalana como castellana. Así pues, aunque el departamento ha defendido «la acogida positiva» de la nueva propuesta por parte de la comunidad docente y científica, este nuevo escenario planteado continúa sin convencer a todos los actores implicados en la educación. La crisis, por tanto, continúa abierta.

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