Las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnas de Cataluña (aFFaC) han cargado contra el Departamento de Educación, dirigido por la consejera Anna Simó, por la decisión de reducir las ratios en las aulas de cara el próximo curso, pero sin ampliar el número de grupos clase. A pesar de que se trata de una de las grandes reclamaciones del sector, consideran que es «tramposo» porque los centros concertados -es decir, que a pesar de no ser públicos también reciben dinero de la administración- no están obligados a llevar a cabo la reducción de ratios, cosa que obligará muchos alumnos a recurrir a este modelo de escuela.
Más allá de las concertadas, las familias también creen que el planteamiento del departamento es «engañoso» porque, a pesar de que de entrada la oferta inicial de preinscripción sale con una ratio de veinte alumnos o menos por aula, a las matrículas el alumnado se divide en la red de escuela pública, pero repartido en «menos aulas». La gota que ha hecho derramar el vaso es que la consejera asegurara este pasado lunes que el 90,7% de los grupos de I3 públicos saldrán con ratio 20 o menos y se completará así todo el ciclo de infantil con esta oferta inicial de bajada de ratios. Ahora bien, hay que tener en cuenta que, a causa de la bajada demográfica de Cataluña, el próximo curso habrá 1.800 alumnos menos que entrarán en la escuela. Así pues, partiendo de estos motivos, las asociaciones de familias denuncian que Educación continúa sin creer y apostar en su propio sistema educativo.

Reducir la financiación a las concertadas
A raíz del anuncio de la reducción de ratios, las familias también han aprovechado la oportunidad para reclamar a la consejería que reduzca la financiación que reciban las escuelas concertadas por parte de la administración, puesto que consideran que es «desmesurado» en comparación a las aportaciones de la pública: «La desigualdad es abismal», denuncia la aFFaC.