El follón del proceso de adjudicación de plazas para el nuevo curso de formación profesional se ha convertido en la primera piedra en el zapato con que ha topado la nueva consejera de Educación, Esther Niubó, desde que se ha puesto al frente de la cartera. El calendario apretujado del periodo de inscripción y asignación de centro en el FP -el cual todavía no ha finalizado- ha dejado más de 31.000 alumnos en el limbo cuando falta menos de una semana para empezar el nuevo curso. Es decir, hay más de 31.000 alumnos que, a estas alturas, todavía desconocen si podrán estudiar el ciclo medio o superior deseado este curso. Ante esta situación, la nueva responsable de la cartera se ha comprometido a mejorar la «planificación» del proceso de inscripción en la FP: «Somos conscientes que falten plazas y nos comprometamos a trabajar para que el proceso de adjudicación finalice el mes de julio», ha argumentado Niubó en la primera rueda de prensa de la legislatura.
Tal como ya hizo la semana pasada a través de una piada en las redes sociales y como hizo este jueves el presidente de la Generalitat, Salvador Isla, en el primer pleno del curso político, la nueva consejera ha lamentado el volumen de alumnos que siguen sin plaza a las puertas del nuevo curso. Un mensaje que, a pesar de que no de manera explícita, se convierte en un dardo envenenado hacia la gestión de la ex consejera de Educación Anna Simó sobre esta cuestión. Para hacer frente al follón, Niubó ha explicado que desde que recibió el testigo del cargo ha trabajado para «dar toda la información y orientación necesaria sobre las plazas vacantes» a las familias que continúen sin plaza: «Hay mucho margen de mejora».

Una de las grandes prioridades de la consejera
En la primera rueda de prensa del curso, y tal como ha expresado en los encuentros que ha mantenido con las diferentes organizaciones sindicales -a pesar de que todavía no se ha podido reunir con todas-, Niubó ha fijado la formación profesional como una de las grandes prioridades de este nuevo curso. La nueva responsable de la cartera considera que la clave para paliar algunas de las carencias no resueltas del sistema educativo, como por ejemplo el abandono escolar prematuro, es «mejorar la orientación» que se ofrece al alumnado y actuar con «más planificación», puesto que de este modo considera que se pueden combatir los «retos» con más antelación, tanto para los alumnos como para el profesorado. En este sentido, la nueva consejera también se ha comprometido a «reforzar la oferta pública» de la FP -a pesar de que ha querido dejar claro que se trata de una tarea a largo plazo que se tiene que empezar a aplicar de cara el próximo curso-, puesto que la falta de plazas acaba empujando parte del alumnado hacia la privada.
A banda, Niubó también destaca que «hay que mejorar las ayudas para el transporte» -una de las grandes reclamaciones de la comunidad educativa- para hacer frente al abandono escolar: «Hacen falta más recursos en transporte para ayudar a los alumnos, especialmente a los más jóvenes [refiriéndose a los estudiantes de 16 años que empiezan un ciclo medio]». En esta línea, también ha expresado su voluntad de «reajustar la oferta pública» de formación profesional a «las necesidades del territorio». Es decir, potenciar algunas familias de FP, como la química, por ejemplo, en las comarcas que tienen más demanda laboral. Así pues, la formación profesional se levanta como una de las principales líneas estratégicas de la nueva consejería de Educación.