Una encuesta realizada por CAD3 por encargo del Defensor del Pueblo ha revelado datos increíbles relacionados con la pederastia a la Iglesia, una lacra que hoy en día se continúa produciendo. Hasta un 1,13% de los españoles ha sufrido abusos sexuales por parte de la Iglesia, el que supone 440.000 personas. La encuesta se ha realizado a 8.013 personas y los datos se han extrapolado al total de la población española. El estudio se ha presentado este viernes en el Congreso de los Diputados junto con un informe sobre la pederastia y los abusos a la Iglesia. Un 0,6% de los encuestados ha sufrido abusos por parte de un sacerdote. El Defensor del Pueblo ha propuesto que para «reparar» estas heridas se cree un fondo estatal para el pago de compensaciones a favor de las víctimas, así como la celebración de un acto público de «reconocimiento y reparación simbólica».
«Es imprescindible que se enfrente con determinación, voluntad y sin buscar subterfugios las medidas para garantizar la verdad, la justicia y que esto no vuelva a repetirse», ha asegurado el Defensor del Pueblo en rueda de prensa para presentar el informe. Según ha explicado ha atendido más de 480 testigos para poder elaborar sus recomendaciones y todos ellos le han expuesto los problemas «emocionales y de conducta» que los generaron los abusos por parte de miembros de la Iglesia.
Estrés postraumático, ansiedad y pensamientos suicidas
Un tercio de las víctimas atendidas por el Defensor del Pueblo, además, han sufrido en algún momento u otro estrés postraumático. Algunos también han vivido situaciones de depresión y pensamientos suicidas. Los abusos y el abandono de las instituciones que han sentido las víctimas han contribuido a agraviar los «daños espirituales» de las víctimas de pederastia.
«Hay una verdadera obligación de reparación que exige establecer y delimitar las responsabilidades y respuestas claras y rápidas», ha asegurado el Defensor del Pueblo, que ha apostado para aplicar una «justicia reparativa» para todas las víctimas. Muchas de ellas, ha explicado, mantienen su desconfianza en la Iglesia desde que sufrieron estos abusos.
