Cataluña cerró en 2023 con total de 12.280 personas muertas mientras esperaban en la lista para recibir la ayuda a la dependencia. Según el último informe del Observatorio de la Dependencia de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, de los 23.810 usuarios que abandonaron la lista de espera el año pasado mientras esperaban una resolución de la prestación, el 34,36% lo hicieron porque murieron, una cifra que implica que cada día 34 personas mueren en Cataluña esperando esta ayuda.
Esta investigación concluye que entre noviembre del 2022 y el mismo mes del 2023 murieron en Cataluña 40.577 personas con solicitud de dependencia, un 12,33% más de lo esperado. Si se excluyen las 3.097 que no acreditaban situación de dependencia, el número es de 37.480 personas muertas, entre las que tenían derecho y las que estaban pendientes de resolución de grado. De estas, el 67,2% estaban siendo atendidas y el 32,8% restante formaban parte de la lista de espera, ya fuera para recibir la resolución de grado (4.076 personas) o bien porque lo tenían reconocido, pero esperaban la resolución de la prestación (8.204 personas).
El estudio, pues, indica que la tasa de mortalidad de las personas atendidas se sitúa por encima del esperado para el 2023 en domicilios y, todavía más, en residencias. Según los últimos datos, en líneas generales, los dependientes atendidos crecieron en 13.846 (+7,37%) y las personas en el limbo (sin atender) se redujeron en 21.300 (-30,5%). Sin embargo, Cataluña es la segunda comunidad con más personas en el limbo, con un 19,37% del total.
Una lista con casi 353.000 solicitudes
En este sentido, a 31 de diciembre del 2023, había 352.939 solicitudes de dependencia en el territorio catalán, 1.815 menos que el año anterior. De esta cifra, se valoraron 327.571, 2,867 menos que un año antes. En cuanto a las personas con derecho, había 250.190, 7.454 menos que el 2022; y los atendidos fueron 201.720, 13.846 más. Todo ello se traduce en un incremento del 7,37% de las personas atendidas.