La presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Isabel Perelló, desea proteger a los jueces de lo que califica como «críticas y reproches gratuitos». Un objetivo expresado este mediodía en su discurso en el acto de entrega de despachos a los integrantes de la 73ª promoción de la Carrera Judicial, que se ha celebrado en Barcelona, sede de la Escuela Judicial. En su intervención, Perelló ha reclamado respeto “a los tiempos y razones de los jueces”. Todo ello frente a los 137 jueces – 92 mujeres y 45 hombres – que reciben el despacho y de los cuales, el 35% tendrán su primer destino en juzgados de Cataluña.
En el mismo sentido, ha expresado que «sin confianza en las instituciones» como la Corona o el Congreso, “no puede haber convivencia pacífica y democrática entre diferentes”. “Lamentablemente, vivimos tiempos en los que, sea por desconocimiento o por otras razones, respecto al Poder Judicial se vierten críticas totalmente infundadas al ejercicio de la función jurisdiccional por jueces y magistrados”, ha sentenciado Perelló. De ahí que considere que “no son aceptables los reproches y censuras gratuitos que tienen como finalidad debilitar el poder Judicial» porque entonces «se erosiona el estado de derecho y nuestra sociedad democrática».

El derecho, por encima de todo
La presidenta del TS y del CGPJ ha añadido que los jueces están obligados a motivar en derecho sus decisiones y que la calidad de sus argumentos puede y debe ser sometida a escrutinio público, pero que “los reproches ad personam o la atribución de intenciones ocultas a los jueces que toman decisiones inconvenientes para ciertos intereses están totalmente fuera de lugar”. Una clara referencia a los jueces instructores que investigan los casos contra el PSOE, la Moncloa o el Fiscal General del Estado.
Para Perelló, estas expresiones y críticas “solo conducen a socavar la confianza de los ciudadanos en las instituciones». «Sin confianza en las instituciones –Corona, Parlamento, Gobierno y jueces– no puede haber convivencia pacífica y democrática entre diferentes”, ha razonado. En la misma línea ha defendido el artículo 117 de la Constitución que determina a los jueces y magistrados como independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley, Perelló ha insistido que “esta es la piedra angular sobre la que se sustenta el sentido de la Justicia en un estado de derecho dentro de la Unión Europea, donde la separación de poderes es esencial”.
En este contexto, la magistrada subraya como «esencial» impartir justicia y hacerla cumplir «sin interferencia», solo con la Constitución, la ley y las normas jurídicas «sin presiones directas ni indirectas de ningún poder público o privado”. «Solo aquellos Estados en los que la división de poderes está garantizada son Estados de Derecho”, ha concluido. Siguiendo este hilo, Perelló ha recordado que los jueces no pueden ser tampoco «inmunes a la crítica» porque es «inherente a la democracia», ahora bien, ha defendido que «es necesario evitar embates destructivos sin rigor, destinados a socavar la legitimidad y la reputación del Poder Judicial o de sus integrantes”.