El Juzgado de Instrucción 29 de Barcelona ha citado al expresidente del PP Pablo Casado a declarar como investigado el lunes 20 de marzo por presuntas injurias sobre el catalán en escuelas, han explicado fuentes consultadas por Europa Press.
La declaración de Casado se hará por videoconferencia desde Madrid y ya estaba prevista para el 30 de enero pero se aplazó porque el juzgado no lo localizó para citarlo, según ha avanzado ‘eldiario.es’ y han confirmado las citadas fuentes.
Querella de la Generalitat
Casado está investigado por presuntas injurias al decir que en Cataluña los profesores tienen instrucciones de no soltar al baño a los niños que hablan en castellano.
La causa parte de una querella que la Generalitat presentó contra el exdirigent del PP después de que el Tribunal Supremo (TS) archivara la investigación que tenía sobre el mismo caso porque Casado había dejado de ser aforado al dejar su escaño en el Congreso.
El catalán y el lavabo
La Generalitat se querelló contra Casado por unas declaraciones que hizo en Galicia cuando todavía era presidente del PP donde dijo que algunos profesores tienen “instrucciones de no soltar al lavabo niños porque hablan en castellano”. Casado, para la Generalitat, mintió en unas declaraciones en las cuales atacaba la inmersión lingüística y difamaba sobre la escuela catalana y sus profesores.
Casado aseguró que al sistema educativo catalán hay indicaciones de no soltar al lavabo los niños que hablan castellano, y que a estos mismos niños se los pone piedras a la mochila en el patio de la escuela. También aseguró que a clase se señala los niños en función de que trabajan sus padres, por sí son guardias civiles o policías españoles, por ejemplo. La Generalitat en su querella concluye que las declaraciones de Casado “van contra la comunidad educativa”. “Las declaraciones que hizo las hizo sabiendo que sueño falsas y atacan el conjunto del profesorado y del sistema educativo”, arguyó entonces la portavoz del Gobierno, Patricia Plaja, además de lamentar que el líder de los populares tratara los profesionales del sistema educativo catalán de ser “delincuentes”.
