Situación inédita. El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, ha explicado detalles y datos en la televisión pública alemana de la Operación Volhov contra el independentismo. Unas declaraciones a raíz de su interlocutoria con que reabre la pieza de la supuesta trama rusa del Proceso, en base a una carta anónima con recortes de prensa, y comunicaciones telefónicas de un exdirigente de CDC, Víctor Tarradellas, del año 2018 que ya habían sido archivadas porque no llevaban a ninguna parte.
El magistrado, a pesar de saber que tiene que guardar con celo la instrucción de sus casos, ha abonado la surrealista tesis de la intervención del Kremlin, con Vladímir Putin al frente, en el proceso soberanista y en la declaración de independencia ineficaz de octubre de 2017. El hecho de que haya aprovechado el espacio de la televisión pública alemana no es casualidad ni tampoco inocente. Putin y Rusia son los enemigos públicos número uno de la Alemania oficial. De ahí la importancia de su participación en el telediario nocturno de la cadena.
El argumento de la resolución
El juez detalla, desde su despacho en la Ciudad de la Justicia —donde el decanato prohíbe estrictamente tomar imágenes—, que el caso “se trataría de la influencia rusa sobre el Proceso de independencia de Cataluña”. Una manera de entrar a socavar la democracia española que supondría la infección de las otras democracias liberales europeas por parte del Kremlin. Unas respuestas que sacan el espantajo de Rusia en un estado, como el alemán, que considera a Rusia una verdadera amenaza.
La noticia fue el primer titular del día en la TV pública alemana y se mantuvo durante toda la jornada en la web, pero luego perdió fuelle. Hasta en el informativo nocturno se emitió una pieza perfectamente preparada con el acuerdo de la aparición del juez instructor. Un instructor hablando abiertamente con la prensa sobre los detalles del caso es hecho absolutamente extraño en la práctica judicial.