Sin manías. La Fiscalía Superior de Justicia de Cataluña ha registrado tres escritos en los que pide a la sala de lo civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) archivar las querellas presentadas por los partidos y organizaciones ultra a raíz del fiasco de la detención del presidente al exilio Carles Puigdemont, el pasado ocho de agosto. De este modo, el teniente fiscal Pedro Ariche, con un esmerado análisis de las querellas, y no sin un punto de ironía, carga contra los escritos presentados por Vox y Hazte Oir, incluso haciendo explicaciones “dialécticas” sobre procedimiento penal.

Las dos organizaciones presentaron sendas querellas contra el presidente Pere Aragonès; contra el presidente del Parlamento, Josep Rull; contra el entonces consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, contra el director general de la Policía, Pere Ferrer, y el entonces jefe del Cuerpo de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, así como el abogado Gonzalo Boye. Todo ello por delitos como por ejemplo el incumplimiento del deber de perseguir delitos, del artículo 408 del Código Penal, del de desobediencia, del artículo 410 del Código Penal, de denegación de auxilio a la Administración de Justicia, del 412 del Código Penal y de un delito de encubrimiento. La fiscalía considera que no hay ningún indicio razonado de que se haya cometido ningún ilícito penal y pide a la sala que archive las querellas.

“Meras especulaciones”

El fiscal Ariche no se corta a la hora de descalificar los términos de la querella, por ejemplo, contra Elena. “El ministerio público no comparte en absoluto el relato lleno de meras especulaciones y prejuicios al bien ideológico que ofrecen los querellantes”, arguye. “No consta así ningún indicio que por parte de los querellados se impartiera a los jefes directos de las unidades desplegadas orden o instrucción que tendiera a favorecer su inacción y, en consecuencia, posibilitar el incumplimiento policial de la orden judicial de detención vigente sobre Puigdemont”, añade.

Por otro lado, fiscalía considera que el informe de los Mossos justifica debidamente el motivo de la no detención cuando fue detectado en la vía pública por el elevado número de personas que lo acompañaban y que se concentraron. Después del parlamento, continúa, fue la “imprevisión de otros posibles escenarios y la planificación un poco rígida por parte de los responsables policiales de la concreta ubicación donde se tendría que practicar la detención, lo que determinó el fracaso final de dispositivo”. Sobre Rull, Aragonés y el resto, el ministerio público recuerda que ni siquiera acompañaban Puigdemont.

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