Acción Cassandra ha denunciado a una doctora del Hospital de Granollers por un posible delito de odio derivado de discriminación lingüística. Los hechos se remontan al pasado 18 de agosto después de que una joven de 19 años y su padre se vieran obligados a cambiar al español para conseguir un informe médico. La afectada se presentó en urgencias con sintomatología de un presunto caso de sumisión química en la fiesta mayor de Cardedeu y comenzó a explicar lo que le había pasado en catalán. Y la doctora que le atendió la interrumpió para pedirle que hablara en español: «Si no me habla en español no la atenderé«.
La joven y su padre se resignaron a cambiar de lengua y continuar la conversación en español porque necesitaban el informe médico para presentar la correspondiente denuncia a los Mossos, una situación que Acción Cassandra considera que va más allá de una vulneración de derechos fundamentales. Para el colectivo de juristas, la conducta de la doctora constituyó «una situación humillante y vejatoria en un momento de vulnerabilidad extrema», según el comunicado de la entidad, y ya se ha presentado la denuncia en los juzgados de guardia de Granollers, por delito de odio por discriminación lingüística y trato vejatorio, por los artículos 510.2.a) y 511 del Código Penal. Los abogados aseguran que la acusación es extensible al hospital por responsabilidad penal corporativa. Ante este caso, el colectivo de juristas de defensa civil de la minoría nacional catalana reclama «una investigación exhaustiva y responsabilización penal para salvaguardar la dignidad de las personas que se dirigen en su lengua en servicios públicos y esenciales, especialmente en situaciones críticas como agresiones químicas».

Otros casos, archivados
La entidad recuerda que no es el único caso similar que han detectado en centros sanitarios de Cataluña. Acción Cassandra también denunció a la Clínica Diagonal por unos hechos similares, aunque el tribunal ha archivado la causa. En el comunicado, la entidad también lamenta otros casos archivados como la denuncia contra Teatro Sin Papeles y su obra catalanófoba Esas Latinas. La Fiscalía de Odio de Barcelona ve discurso de odio en el gag, pero no lo considera lo suficientemente grave para ser delito. Una decisión que la entidad ha valorado como una «media victoria» jurídica porque “abre puertas” a la denuncia contra los delitos de odio lingüísticos en Cataluña.
«Estos casos contrastan con condenas a catalanes por el caso Canet por defender la inmersión lingüística ante familias castellanohablantes pertenecientes a la mayoría estatal dominante», apunta, en cambio, Acción Cassandra, que en esta línea pide una «investigación exhaustiva y responsabilización penal para salvaguardar la dignidad de las personas que se dirigen en su lengua en servicios públicos y esenciales».

