Una manifestants a la seu del carrer Ferraz contra l'amnistia aixecant el braç feixista/Mireia Comas
Una manifestants a la seu del carrer Ferraz contra l'amnistia aixecant el braç feixista/Mireia Comas
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Puigdemont despierta a la España del 39
Nueva noche de protesta en Ferraz, sin incidentes, pero con 26 identificados | Los manifestantes invocan al fundador de Falange, cantan el 'Cara al sol' y gritan consignas incluso contra Felipe VI y Feijóo
Nueva noche de protestas en la calle Ferraz de Madrid, a tocar de la sede ‘federal’ del PSOE. El nuevo centro de peregrinaje de la derecha visigótica cada noche después de que el PSOE haya admitido que ultima con Junts per Catalunya y ERC una ley de amnistía para los represaliados a causa del Proceso y la lawfare. Esta noche, sin embargo, no han llegado a 2.000 personas. Justo es decir, que el Real Madrid tenía partido de Champions a las 9 y que era vigilia de festivo en Madrid, porque este jueves es Almudena y empieza un puente de cuatro días. Ahora bien, como imbuidos de la genética de don Pelayo, se han expresado desacomplejadamente y en puridad con una letanía de frases y dedicatorias que situaban el cruce de Marqués de Urquijo con Ferraz en un templo de la España del 39.
Gritos contra la democracia, Felipe de Borbón, Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo o Arnaldo Otegi han configurado la banda sonora original. Ahora bien, quien se ha llevado los hits de la noche, quien ha sido el alma de la fiesta y quien despertaba las pasiones más entusiastas era Carles Puigdemont. Las manifestaciones podrán tener más o menos intensidad, más o menos cargas o más o menos parafernalia fascista, pero la de esta noche ha tenido un protagonista especial, y ha sido Puigdemont. Su nombre espoleaba a clamar José Antonio Primo de Rivera y, incluso, entonar el Cara al Sol con el brazo levantado.
La España del 39, siguiendo su doctrina, tiene una nueva pérfida Albión, que hoy por hoy vive en Bruselas y tiene en sus manos las llaves de la Moncloa, que posiblemente este lunes descoyuntará. La noche ha acabado con 26 identificaciones y una abucheada a un matrimonio patriótico que fotografiaba el despliegue policial de las identificaciones. Nada de disturbios ni cargas. Se puede augurar un fracaso después de que los partidos oficialistas, como el PP, han visto que esta historia les hacía más mal que bien.
«No somos CDR», la pancarta con la que se ha inaugurado la protesta de este anochecer en la calle Ferraz de Madrid contra la amnistía/Mireia Comas
Solo identificados y nada de disturbios
Los manifestantes han empezado a llegar hacia las siete de la tarde y se han encontrado con un blindaje policial extraordinario. Las Unidades de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía, las unidades antidisturbios, habían tomado nota del día antes y no querían que les volvieran a levantar la camisa. Así que nada que ver con las imágenes de cargas de ayer noche, quitado la motivación y el ímpetu de los concentrados ante las vallas policiales. Tanto ha sido así que la policía ha tenido bastante con hacer un desalojo a pie y sin sacar ni una porra a los manifestantes que coreaban eslóganes de claro mensaje político y cantando el Cara al Solque se han quedado hasta pasadas las once de la noche. Solo alguno «¡Tira o te mando a tomar miedo culo!» ha sido la única arma utilizada por la policía para empujar a manifestantes que se hacían el remolón con una bandera español en formato de capa, pañuelo de cuello o falda.
La concentración, pues, ha estado bajo control durante las cuatro horas de duración todo y las latas de cerveza de medio litro que los asistentes vaciaban entre consigna y consigna. Los medios concentrados detrás la línea policial y los manifestantes, detrás las vallas, expresando libremente sus pensamientos detrás una pancarta casi poética: «No somos CDR». Un eslogan que el exsecretario de la Mesa del Parlamento y exdiputado de la CUP, Pau Juvillà, ha agradecido «la aclaración». La coreografía de la manifestación también descarnaba que no toda la derecha que había concentrada era del mismo tipo. De hecho, un señor de ralla de tiralíneas y zapatos con hebilla convenía a distinguir la derecha de Ferraz entre la heavy, la hardcore y la gore. Él no era de ninguna, ni siquiera un «simple ultra». De hecho, era de los que silbaban e intentaban echar a los manifestantes que hacían saludos nazis o fascistas o izaban la bandera franquista española o, incluso, de los que señalaba a la policía si alguien se ponía la capucha para hacer de las suyas de manera clandestina.
La pancarta bufanda, el Fary vive, la lucha sigue que ha hecho furor entre los manifestantes contra la amnistía/Mireia Comas
Todos a prisión, y el rey, un masón
Los concentrados han desplegado un denso repertorio de cánticos, eslóganes y lemas dirigidos contra Puigdemont, pero también han recibido la corona española y el PP. Puigdemont, no obstante, ha sido el rey del concierto. Desde el clásico «Puigdemont a prisión» que ya se puede considerar un hit al más innovador «Ese furgón, para Puigdemont». La entonación, la duración y el fervor de los cantos dedicados al presidente en el exilio se han llevado el disco de oro de la noche. En segundo término, Pedro Sánchez. También ha sido el gran coprotagonista, el partner necesario de la conjura contra España. El presidente español se ha ganado dos de los temas más escuchados de la noche «Sánchez a prisión» y el simple, pero efectivo «Pedro Sánchez, hijo de puta» y más trabajados, «Sánchez, capullo, te vas a ir al trullo» o «Si tienes cojones, convoca elecciones». También entonados con un enardecimiento propio de final de fútbol.
Pero, la noche ha dado para más. Alberto Núñez Feijóo también ha tenido ración con un sobrio «¿Dónde está? ¡No sé vé! El gallego del PP», después de un oportuno «PSOE y PP, la misma mierda sueño». Pero, el invitado especial de la noche ha estado Felipe de Borbón, que ha recibido varapalos como una estera con los lemas «Los Borbones a los tiburones», «Felipe, masón, defiende tú nación». Calificar de masón un rey español de dinastía franquista es una línea roja que la derecha más osada ha traspasado esta noche. Y, cuenta, porque la policía también ha sido una de las dianas de protesta porque es «La policía que defiende la amnistía«, «Policía únete» o «Con los moros, no tenéis cojones».
Imagen de una bandera española con el águila franquista a la manifestación de Ferraz / Mireia Comas
El resto de reivindicaciones, previsibles: «España es una y no cincuenta y una«, «Esta amnistía la vamos a parar«, el curioso «Madrid será la tumba del fascismo», «El Fary vive, la lucha sigue», y un préstamo de las manifestaciones catalanas de los últimos años «Prensa española, manipuladora». Así mismo, los habituales «No nos engañan, Cataluña se España», «España cristiana y no musulmana», «No se una sede, es un burdel» «Irene Montero, al supermercado» o José Antonio Primo de Rivera, o «Rojo el que no boto». El himno, como es usual, no lo podían cantar, quitado cuatro chavales que conocían —y solo una estrofa— la ridícula letra que escribió José Maria Pemán. Todo el mundo encuentra un incómodo cantar un himno de una nación de 500 años con un «lololo» como letra.
Manifestantes que se miran la concentración de Ferraz desde el balcón/Mireia Comas
Guerra, «Niñes», «España se va al garete»
Entre los manifestantes, mucha gente joven hiperventilada y con estética «cayetana», pero también grunge y chavales en chándal con una traza de McGyver para fabricarse artesanalmente pitillos. También concentrados de mediana edad y parejas que se acercaban a ver el ambiente y al ver el pan que se daba se marchaban. Un hombre alto, con bufanda española, ha reñido los manifestantes porque gritaban contra el PP. «¡Esta no se la guerra!», ha espetado ante toda la canallada más hiperventilada que lo ha ignorado a pesar de su insistencia. El hombre ha marchado enfadado con el comentario de un grupo de manifestantes grandes que lo calificaba de «sensible». «Se ha ofendido el del PP, qué poca fair-play», criticaban.
Otro grupo explicaba a El Món que la gente también se manifiesta porque «nos obligan a decir niñes«. Otro grupito de gente pasada la barrera de los sesenta, comentaba que «la gracia de estas manifestaciones es que son aleatorias, no hay convocatoria jerárquica, esto los despista, los desorienta, no hay que anunciar una gran manifestación». «Los ganaremos», pronosticaba con tono de conspiración Eduardo. Pero Paco y Fermín tenían las ideas muy claras, han venido cada noche porque «España se va al garete». «Seremos la nueva Argentina o Cuba, no tenemos nada a los supermercados que fabricamos nosotros», anuncian con tono apocalíptico. Por eso han venido esta noche y las otras, «para salvar España». «Salvar España de quién?», ha sido la pregunta. «De Puigdemont y de Sánchez», ha sido la respuesta. Por un momento había pensado que querían «salvar España» de ellos mismos.
Los policías identifican manifestantes de Ferraz / Mireia Comas
El presidente en el exilio afirma que "siempre se sentirá mal olor de la alcantarilla" y ERC ve las imputaciones como la respuesta de los "poderes reaccionarios" a la amnistía