Carles Puigdemont pide al independentismo que deje «bajar lo
Puigdemont insiste que este intento de arrinconar al independentismo no tiene nada que ver con «los hechos de esta semana» y avisa que «si alguien creía que poniéndome en la prisión ya se darían por satisfechos y serían más condescendientes, se equivoca». El juntaire cree que la narrativa en contra del independentismo «sería exactamente igual» si su fuga hubiera fracasado, si bien «quizás menos rabiosa y más paternalista». Puigdemont remarca que el Estado quiere «enjaular» a los independentistas para dejar vía libre «al allanamiento de toda reivindicación nacional». Por eso pide recargar pilas y «remendar» a todo el mundo «quienes quiera».

Retorno al exilio
Puigdemont evitó la detención de los Mossos d’Esquadra después de dirigirse a los militantes independentistas que lo esperaban en Arco de Triunfo en su retorno en Cataluña. El expresidente desaparecía de repente entre la multitud y los Mossos iniciaban la operación Jaula, con controles en todas las salidas de Barcelona y en las fronteras catalanas. El fracaso del operativo ha despertado bastante inquietud en el cuerpo, que acusa Puigdemont de haberse comportado de forma «impropia» de un presidente. Puigdemont ha detallado, horas después, que seguir hacia el Parlamento hubiera comportado una «detención segura» y que él siempre ha dicho que no piensa «dejarsese detener». «Viendo que no podría acceder en el Parlamento, que no podría hablar, que no serviría de nada dejarme detener, mi intención era continuar el trabajo», ha remarcado en las últimas horas a la Agencia Catalana de Noticias y TV3, que han comprobado in situ que Puigdemont está en Bruselas.

Después de 48 horas de alto voltaje, ya con más tranquilidad, el presidente del mandato del 1 de octubre ha reconocido que con Salvador Illa empieza una «nueva etapa» que será más difícil para el independentismo, pero insistiendo en todo caso que el proceso hacia la independencia de Cataluña «no se ha acabado». En la entrevista a la ACN admite que las circunstancias «no son las más favorables» y que el pacto de ERC con el PSC «es legítimo». Es más, Puigdemont da por acabada la época en que partidos políticos y sociedad civil iban juntos, pero recuerda que «el proceso solo acabará con la independencia».