Después de una jornada de jueves llena de altibajos, Salvador Illa ha acudido este viernes en el Palau de la Generalitat para hacer un primer traspaso de carpetas con Pere Aragonès. La imagen de los dos dirigentes -el presidente electo y el presidente saliente- dándose la mano era una de las más esperadas después de que el primer secretario del PSC fuera finalmente investido en la sesión plenaria de ayer como 133.º presidente de la Generalitat.
El encuentro entre Illa y Aragonès ha tenido lugar alrededor de las once de la mañana y, en esta reunión, el republicano y hasta ahora presidente del Govern ha informado a su sucesor sobre la situación de algunas de las principales carpetas y retos de país que hay actualmente sobre la mesa en Cataluña. Entre los temas que Aragonès ha compartido con el presidente electo hay el escenario macroeconómico de Cataluña para los próximos años y el estado de las finanzas de la Generalitat, el estado de situación de las relaciones Generalitat-Estado, los principales retos en el ámbito de la seguridad y las relaciones con Unión Europea.
Balance positivo y «acuerdos políticos de fondo»
Fuentes del Govern de la Generalitat recogidas por la ACN aseguran que la voluntad de Aragonès es «dar continuidad a la defensa y el prestigio de la institución» y por eso remarcan que ha querido hacer «un buen traspaso» para que el nuevo ejecutivo pueda trabajar para la ciudadanía «desde el primer día y en las mejores condiciones posibles». En este sentido, el líder republicano considera que ha dejado una Cataluña «mejor» que la que encontró en 2021, «con más herramientas, más recursos, más ámbitos de poder y de gestión» y «con acuerdos políticos de fondo que, en su implementación, supondrán un salto adelante en la soberanía del país».
La previsión es que Illa tome posesión del cargo durante los próximos días y que proceda entonces a nombrar a los diferentes cargos que le acompañarán en este nuevo Govern.
