Oriol Junqueras no ha logrado el objetivo de ser elegido nuevo presidente de Esquerra Republicana en la votación de este sábado, la primera vuelta de las elecciones del partido para elegir la nueva ejecutiva en el marco del 30º congreso nacional del partido. La militancia ha decidido que la nueva dirección se elegirá en una segunda vuelta, que se celebrará el próximo 14 de diciembre. En la segunda, los militantes deberán elegir entre Militància Decidim, de Junqueras y Elisenda Alamany, y Nova Esquerra Nacional, la lista impulsada desde el aparato y liderada por el tándem formado por Xavier Godàs y Alba Camps.
En la votación de este sábado, que se había convertido en una especie de plebiscito sobre la figura de Junqueras, el presidenciable de Militància Decidim se ha quedado a las puertas de alcanzar el 50% necesario, y ha obtenido 3.157 votos, el 48,3% de los votos. Por otro lado, NEN y Foc Nou han conseguido, respectivamente, 2.308 votos (el 35,3%) y 824 (el 12,6%). También ha habido 244 militantes que han votado en blanco, el 3,7%. Por tanto, Junqueras irá a la segunda vuelta con la mitad de la militancia en contra. Es decir, hay partido y, a expensas de los pactos que puedan alcanzar las candidaturas con Foc Nou, Junqueras se lo jugará todo a cara o cruz dentro de dos semanas.
El propio Junqueras ha reconocido que hubieran querido ganar en esta primera vuelta. «Siempre queremos ganar por la máxima diferencia posible», ha admitido. Pero ha remarcado que han conseguido el apoyo mayoritario de la militancia y que se han quedado a solo 111 votos de lograr su objetivo de vencer en la primera vuelta. A pesar de tener casi la mitad de la militancia en contra, se ve legitimado para dirigir ERC en la nueva etapa que debe abrir el partido tras romper el tándem que ha formado durante 13 años con Marta Rovira. En cambio, sus contrincantes en la cita de hoy no piensan lo mismo y creen que el expresidente debe replantearse su rol dentro de la formación.

Nova Esquerra Nacional y Foc Nou destacan la pérdida de apoyos de Junqueras
Desde Nova Esquerra Nacional, Godàs ha puesto énfasis en todo lo contrario: ha subrayado que el apoyo a Junqueras «ha disminuido muy notablemente». Asimismo, ha dicho que estos resultados deberían hacer reflexionar a cualquier candidato, y ha aprovechado la ocasión para reivindicarse como «alternativa positiva y cohesionadora». En un sentido similar, se ha expresado Foc Nou, que ha remarcado que la lista de Junqueras ha pasado del 56% del apoyo a un 48,3%. «Es una gran noticia porque nos abre dos semanas para poder tener un nuevo escenario dentro de 14 días», ha dicho Alfred Bosch, candidato a secretario general.
Militància Decidim no quería ir a la segunda vuelta, un objetivo que se habían fijado las otras dos candidaturas, que lo han celebrado en las comparecencias que han hecho después de conocerse los resultados. Por parte de Nova Esquerra Nacional, Xavier Godàs, en referencia a los militantes que no han votado a Junqueras, ha subrayado que «la mitad de la militancia quiere cambio». A pesar de no pasar el corte, Foc Nou ha celebrado que la militancia haya decidido que la decisión se tome en una segunda vuelta. Según Bosch, esto es una señal de que en ERC “hay vida y hay debate, y es positivo”.
Siete días para lograr posibles pactos
El reglamento establece que en la segunda vuelta solo pueden participar las dos candidaturas que han conseguido más votos, pero tienen siete días de margen antes de la nueva jornada electoral para poder presentar modificaciones de las candidaturas, con el objetivo de conseguir más apoyos o llegar a algún pacto con Foc Nou, la lista que ha quedado descabalgada de la carrera para dirigir ERC. Para que una nueva candidatura se pueda considerar de continuidad de la presentada en primer término, es necesario que mantenga el mismo candidato a la presidencia y, como mínimo, el 50% de las personas componentes de la anterior candidatura. Si es así, puede haber alianzas, ya que los estatutos de la formación permiten mantener al candidato a presidir el partido y modificar hasta un “máximo” del 50% las personas que formaban parte de la candidatura en la primera votación.

En este escenario, la lista de Junqueras no se ha mostrado, de momento y públicamente, muy predispuesta a llegar a pactos con otras candidaturas. De hecho, Elisenda Alamany ha destacado en su comparecencia que la victoria de hoy ha sido «aplastante», aunque no ha logrado el objetivo fijado, y ha manifestado que el resultado los deja a una «distancia abismal» de Nova Esquerra, que ha quedado en segunda posición. Con todo, creen que están «destinados» a liderar el partido, y no parecen partidarios de llegar a acuerdos. Todo lo contrario que NEN y Foc Nou.
Los primeros han dejado claro que negociarán con la candidatura de Helena Solà y Alfred Bosch para «afianzar la alternativa positiva», mientras que los segundos no cierran ninguna puerta y fijan una serie de condiciones para lograr un acuerdo que sea «fiel» a su programa, que debería ser validado de forma asamblearia. Así, Foc Nou establece como líneas rojas acabar con los pactos sistemáticos con los socialistas, hacer una consulta sobre si es necesario mantener el acuerdo de investidura con el PSC y Salvador Illa, situar el objetivo de la independencia en el centro de la estrategia política y separar la dirección de Esquerra Republicana del candidato del partido a la presidencia de la Generalitat. Ahora quedan 15 días más de campaña, y el día 14 sí que saldremos de dudas de cuál será la nueva ejecutiva del partido.