La secretaria general de Esquerra Republicana, Marta Rovira, ofreció una conferencia de despedida y balance de más de dos horas de sus trece años en el cargo del partido, donde ha hecho tándem con Oriol Junqueras, con quien después de una etapa de exilio y prisión, respectivamente, han terminado enfrentados. Un enfrentamiento que se hizo evidente durante el discurso de despedida de Rovira, con ataques contundentes por su labor en el referéndum del 1-O, por movimientos para sacar ventaja en el congreso del partido, por «juego sucio» y por los pactos con los socialistas. A diferencia de ella, que ya anunció que daría un paso al lado después de su regreso del exilio en Suiza, Junqueras busca abrir una segunda etapa al frente de ERC, pero ahora sin el apoyo de Rovira, que ha optado por dar un paso al lado y apoyar la candidatura de Nueva Esquerra Nacional, la lista liderada por Xavier Godàs y que también cuenta con el aval de Pere Aragonès además de dirigentes históricos del partido. Rovira ha reivindicado que ERC es «patrimonio del país, de casi un siglo de historia», y ha agradecido a los dirigentes que han «sostenido el proyecto» en medio de prisión y exilio.
En una conferencia en la sala donde se reúne el consejo nacional de ERC, Marta Rovira ha reconocido que los últimos meses «han sido muy duros» por los malos resultados electorales, pero también se ha añadido algún otro factor como, por ejemplo, «la gestión de determinados errores», en referencia a la estructura B en Esquerra. «No deberían haber pasado nunca», ha dicho la dirigente republicana, que ha criticado «la intoxicación de este congreso que tenemos a la vuelta de la esquina». En una sala llena a rebosar, y acompañada de familiares y amigos, Rovira inició su discurso de despedida criticando a Junqueras y cargó contra la «desconfianza interna desproporcionada». «Demasiadas veces demasiado emocional y que creo que se ha ido alimentando de forma interesada para sacar ventaja en la carrera interna, para ganar el congreso. Hay quien cree que, cuanto peor, mejor para él», ha rematado en referencia a su excompañero de viaje en la formación republicana.
El regreso de Marta Rovira a Cataluña el pasado 12 de julio estuvo marcado en un contexto de negociación con el PSC para la investidura de Salvador Illa, que fue investido el 8 de agosto con los votos de los 20 diputados republicanos después de que las dos negociaciones cerraran un acuerdo que incluye la financiación singular. En este sentido, ha admitido que en su regreso «he tenido que asumir un escenario político que no me gusta: la pérdida de la mayoría independentista en las últimas elecciones al Parlamento». «Volví del exilio y no había mayoría independentista, al menos, en las instituciones», ha insistido.

Críticas a Junqueras por el 1-O
Marta Rovira también ha recordado el Primero de Octubre y la gestión de aquel momento, y ha reconocido que una de las «dificultades» del referéndum fue llegar al 1-O «al mínimo», ha lamentado que el 2 de octubre de 2017 no se hizo nada a pesar de que «había cosas preparadas», una inacción que ha atribuido a «la falta de compromiso y credibilidad política que algunos daban a este referéndum». En este sentido, ha acusado a Junqueras de «no tomar decisiones». «Oriol Junqueras ahora nos acusa, negando las hemerotecas, de tapar el 1-O en las elecciones de 2017, cuando algunos se olvidaron aquella misma noche cuando era más necesario que nunca tirar del carro y tomar decisiones», ha rematado. La dirigente republicana ha lamentado que «la deriva del 2-O ha durado tantos años» que el independentismo ya no tiene mayoría en el Parlamento. «Hace siete años que todavía estamos así», ha recordado, y ha cuestionado la capacidad de los dirigentes que tenían responsabilidades durante el referéndum y que aún las tienen para encontrar una solución. «Durante siete años hemos demostrado que somos incapaces o debe haber nuevos liderazgos», ha reclamado Rovira.
Apuesta por la regeneración de liderazgos y por abandonar el federalismo
En este sentido, Rovira ha reafirmado su apuesta porque haya nuevos liderazgos en el seno del independentismo. «Por eso apuesto por la regeneración del movimiento independentista», ha dicho durante su discurso, donde ha insistido en que los dirigentes del Proceso, entre los que se incluye, «no tienen que demostrar que pueden resolver la situación y en siete años no lo han hecho». Además de la renovación de liderazgos, la secretaria general cree que Esquerra debe dejar de «abrazar el federalismo» y apostar por «trazar la hoja de ruta independentista en este nuevo ciclo».
En esta apuesta por dejar de lado el federalismo, la dirigente de ERC ha criticado los pactos que suscribió su formación con el PSC en las diputaciones de Barcelona, Lleida y Tarragona después de las elecciones municipales, y también el hecho de que el grupo municipal de los republicanos, liderado por Elisenda Alamany, candidata de Oriol Junqueras a la secretaría general, aspirara a formar parte del ejecutivo en el Ayuntamiento de Barcelona. Marta Rovira ha acusado a los artífices del pacto para entrar al gobierno de Jaume Collboni de dinamitar las negociaciones por los presupuestos de la Generalitat y provocar el adelanto electoral. «Hay quien se borra de anticipar las elecciones catalanas para no asumir responsabilidades» ha criticado, y ha denunciado «maniobras poco compartidas para entrar a Barcelona» que, además, «impactaron en la decisión electoral». «Es uno de los episodios que más me alejó de la dirección de Esquerra», ha rematado Rovira, Rovira, que ha asegurado que no decidió las listas al Parlamento.

Rovira pide disculpas a la familia Maragall
Por otro lado, Rovira ha pedido disculpas, visiblemente emocionada, a la familia Maragall por los carteles del Alzheimer, y ha reconocido que este episodio de la estructura B es «un error que este partido no puede repetir», pero ha negado que existiera una estructura paralela dentro del partido y ha señalado que el expresidente del partido sí disponía de una para negociar que altos cargos del Gobierno de Pere Aragonès continuaran con el ejecutivo de Salvador Illa. Así, ha anunciado que la actual dirección ha detenido «definitivamente» las «campañas de contraste» y ha dejado en manos de la futura dirección la decisión final sobre este tipo de actividades.
Por otro lado, ha revelado que había 180 grupos de mensajería instantánea con Oriol Junqueras, y que había uno específico centrado en la comunicación de la presidencia del partido y «mejorar» la imagen de su figura. «Todo ciclo tiene un final. Oriol, este proyecto lo comenzamos juntos y todavía estamos a tiempo de terminarlo juntos, y no separados y divididos. Estamos a tiempo de evitar una ruptura», ha subrayado, pero ha dejado claro que hasta el último que no aceptará «acusaciones gratuitas» contra compañeros de partido y ha asegurado que será «implacable para mantener la cohesión interna» de la formación. Rovira se ha puesto a disposición de la dirección de Esquerra que entre a partir del congreso del 30 de noviembre.