La portavoz del PSC en el Parlamento, Alícia Romero, ha asegurado que la remodelación del Gobierno anunciada este lunes por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, muestra a un Ejecutivo catalán «en crisis permanente», después de la ruptura de la coalición ERC-Juntos hace ocho meses. «El que expresa es una nueva crisis de Gobierno. Un parche que alarga la agonía de un Ejecutivo sin proyecto de país. La confirmación que tenemos un Gobierno en crisis permanente», ha afirmado en rueda de prensa este lunes.
Con esta remodelación, el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, y el de Territorio, Juli Fernàndez, saldrán del Gobierno junto a la consejera de Acción Climática, Teresa Jordà –número 2 de ERC por Barcelona en el 23J– y los sustituirán Anna Simó (Educación), David Mascort (Acción Climática) y Ester Capella (Territorio).

«Fracaso del Gobierno»
Romero ha sostenido que la remodelación no refuerza el Consejo Ejecutivo, como ha defendido el presidente, sino que «constata el fracaso de el Gobierno y de sus políticas» con un Ejecutivo con una minoría de 33 diputados, ha dicho.
Según ha explicado, Aragonés ha denominado este lunes por la mañana al líder del PSC y jefe de la oposición, Salvador Illa, para explicarle los cambios, algo que Romero le ha agradecido en nombre del grupo socialista.
«Ahora bien, que no esperen los nuevos consejeros que los demos 100 días, porque no tendrán ni 100 segundos. Este es un Gobierno que puerta dos años», ha avisado, y ha añadido que sin un cambio de equipos y de políticas en los departamentos no puede haber un cambio de rumbo.
Sobre la B-40
Preguntada por si el relevo de Fernàndez por Capilla puede favorecer la firma del convenio de la B-40 pactado entre el Gobierno y PSC, Romero ha afirmado que confían que Aragonés cumpla el acuerdo de Presupuestos: «No tenemos excesivos motivos para confiar, pero confiamos todavía con el presidente». «Esperamos que la B-40 como el Hard Rock se puedan cerrar, y cerrar bien. Son dos proyectos importantísimos que hay que desencallar y salir adelante», ha dicho.
Además, ha recordado que el plazo pactado para aprobar los planes urbanísticos para el complejo de ocio en el Camp de Tarragona finaliza el 30 de junio, y que el de la B-40 expiró el 31 de marzo.
Sobre si las elecciones del 23 de julio afectarían la firma del convenio de la B-40, Romero ha subrayado que «si hay algún impedimento por la convocatoria electoral, seguro que se puede firmar un compromiso» para que salga igualmente avance.