El Gobierno está decidido a aguantar el pulso al PSC y a Junts por la Renta Básica Universal (RBU). Era uno de los pocos compromisos de ERC con la CUP que todavía estaba vivo y este viernes recibirá una estocada definitiva. los dos principales partidos de la oposición se han aliado para eliminar la referencia a la RBU de la ley de acompañamiento a los presupuestos que se vota esta tarde en el Parlamento. Sin embargo, el ejecutivo desafía a socialistas y juntaires y asegura que mantendrá abierta la oficina que tiene que coordinar la polémica prueba piloto, que tendría un coste de 40 millones de euros.
La secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, ha avanzado en una entrevista en

ERC y PSC hacen una interpretación diferente al acuerdo de presupuestos
Vilalta ha insistido que durante las largas y tensas negociaciones con el PSC no se llegó a ningún acuerdo para suprimir el plan piloto y, por lo tanto, la enmienda que los socialistas han presentado de «manera unilateral» es una maniobra que «contraviene» el pacto que cerraron con el Gobierno. Con todo, Vilalta ha celebrado que la oficina de la Renta Básica Universal continúe funcionando y se ha mostrado convencida que en el futuro habrá un contexto político más favorable por habilidad «estos recursos» para la prueba piloto.
Los socialistas hacen una lectura diametralmente opuesta a la del Gobierno y mantienen que su enmienda no supone romper el acuerdo de presupuestos precisamente porque en el documento pactado no se hacía referencia a la cuestión. «En el PSC somos gente de palabra y cumplimos nuestros acuerdos; y en el acuerdo de presupuestos con el Gobierno, que mantenemos y cumpliremos, no se hablaba de Renta Básica Universal».